Porque es vedette fuera de escenario. Apoyada en su belleza física Marixa Balli se sabe mediática y vuelca ante todo tipo de medios de comunicación todo su talento para armar escándalos a partir de los más triviales incidentes de la subfarándula revisteril.
Porque exagera. La exhuberante morocha adujo, para alejarse de la compañía que integraba con Jorge Corona y Laura "Panam" Franco, que el entredicho con Jorge Corona le habría generado problemas psíquicos y que -actriz de revistas- no está acostumbrada a oir groserías.
Porque siempre tiene un recurso. La vedette aprovechó cada oportunidad que se le ofreció desde la prensa del corazón para cobrar protagonismo, como cuando utilizó como herramienta publicitaria el accidente automovilístico en el que falleció su novio de entonces, o cuando tras la muerte del cuartetero Rodrígo, hizo más pública que nunca la relación que había mantenido con el cantante cordobés.
Porque conoce de periodismo. Marixa Balli sabe que el verano es, en materia de noticias, un espacio casi vacío de temas importantes y conoce también que esos espacios deben ser ocupados lo más rápida y extensamente posible. De allí que para un simple incidente entre vedettes reaccionó en forma "desproporcionada", convocando a una conferencia de prensa a la que, a falta de pan, concurrieron todos los medios dedicados a estos asuntos.
Porque practica el contrasentido. Para justificar el escándalo y su renuncia a participar del espectáculo "Coronadytos", en el que compartía el cartel con Corona y Panam argumentó que ésta última improvisaba textos -que además eran efectivos-, en un género cuya impronta reside precisamente en la capacidad de improvisación y en el medido espontaneísmo.
Porque sabe pegar bajo el cinturón. En el máximo punto de deterioro de la relación con Jorge Corona, Balli no tuvo empacho en lanzar dardos sobre la persona del humorista haciendo referencia a que este había caído nuevamente en las adicciones al alcohol y las drogas contra las que el cómico intenta luchar desde hace unos años.
Porque entre bueyes no hay cornadas. Con su enojo y su renuncia, Marixa Balli logró su objetivo de "que hablen mal, pero que hablen" e "impulsó" a Corona a salir a aclarar aspectos que a pocos importan y que en definitiva también le generaron más promoción para su espectáculo.
Porque entre bueyes no hay cornadas (II). Tras los duros enfrentamientos con Corona, Balli acusó al cómico de maltrato físico y amenazó indirectamente al llevar al teatro a su padre y a su nuevo novio no precisamente para que lo saluden. Luego terminó junto a su coequiper frente a todos los medios disponibles, y disculpa que va, perdón que viene, acá no ha pasado nada.