Gran Bretaña e Italia anunciaron ayer planes para una iniciativa conjunta que reduzca el flujo de migrantes ilegales de los Balcanes hacia Europa occidental, y que castigue a bandas responsables por el tráfico de personas. En tanto, ayer en Barcelona se realizó una manifestación que reunió unas diez mil personas para protestar contra la ley de extranjería, que permitiría al gobierno español expulsar a miles de inmigrantes.
El primer ministro británico, Tony Blair, y su homólogo italiano, Giuliano Amato, en un artículo del diario The Observer, exhortaron a trabajar conjuntamente contra "el negocio criminal de crecimiento más rápido en el mundo", y la ministra británica de Migración confirmó la iniciativa a una radio inglesa.
Blair y Amato indicaron que en los primeros 10 meses del 2000, más de 50.000 migrantes cruzaron Bosnia hacia occidente. La ruta por los Balcanes Occidentales es ya uno de los principales puntos de tránsito para migrantes de Irak, China y Europa Oriental. Las Naciones Unidas estiman que por ahí cruza el 10 por ciento de los inmigrantes ilegales hacia Europa.
La Unión Europea debe asegurar que los Balcanes Occidentales no sean sede del crimen organizado, escribieron Blair y Amato. "Es por ello que los gobiernos europeos deben trabajar más estrechamente", consignaron.
Por otra parte, pidieron enviar un equipo de agentes policiales y migratorios al noroeste de Bosnia, para incrementar las revisiones fronterizas, y llamaron a un mejor intercambio de información con la Unión Europea.
Piden mayores condenas a traficantes
Los líderes instaron también a la UE a incrementar las sentencias a traficantes. En Gran Bretaña, las condenas son de 10 años, más que en otros países.
Los primeros ministros ofrecieron además fondos adicionales para un esquema de "repatriación voluntaria", que persuada a los migrantes de regresar a sus países.
``Todos los días oímos sobre los horrores que los inmigrantes ilegales enfrentan a manos de los traficantes. El catálogo de la muerte en épocas recientes habla por sí mismo: 58 chinos en Dover el año pasado, cientos de ahogados anualmente al cruzar el Mediterráneo hacia España, Italia y Grecia", citaron los líderes. Y aseguraron que hay evidencias "de que los traficantes han arrojado a mujeres y niños hacia el Adriático en la noche", para evitar ser descubiertos por autoridades.
En tanto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) volvió a criticar a la UE por poner en manos de traficantes a personas con demandas legítimas de asilo, debido al endurecimiento de las políticas migratorias.
"Cumpliremos nuestra obligación de dar protección a aquellos que huyen de persecuciones, pero no debemos permitir que esa trágica pérdida de vida continúen", respondieron Blair y Amato.
Protesta en España
Más de 10.000 personas se congregaron ayer en la ciudad española de Barcelona para protestar contra la nueva ley de inmigración y reclamar la regularización de los extranjeros que viven en situación de ilegalidad en España.
La concentración, que tuvo lugar en la céntrica plaza de Cataluña, estuvo encabezada por una pancarta sostenida por inmigrantes en la que podía leerse "Papeles para todos", la principal exigencia de los organizadores.
Los manifestantes pretendían también mostrar su apoyo a los cerca de 700 inmigrantes ilegales que se encerraron en ocho iglesias de la capital catalana debido a su inminente deportación tras la entrada en vigor de la nueva ley de extranjería, el 23 de enero pasado.
Los inmigrantes procedentes de Asia, Africa, el este de Europa y varios países de América latina finalizaron el fin de semana su huelga de hambre, aunque afirmaron que permanecerán en las iglesias hasta que no se asegure su permanencia en el país.
Como respuesta, representantes del gobierno en Cataluña les habían prometido anteriormente que revisarán "generosamente" las 34.000 solicitudes de residencia presentadas por inmigrantes en Barcelona y que habían sido rechazadas.
Tras la entrada en vigor de la ley de extranjería, unos 100.000 inmigrantes podrían ser expulsados del país en cualquier momento, aunque el Ministerio del Interior señaló en reiteradas ocasiones que la policía no irá a cazar a los extranjeros.