Año CXXXIV
 Nº 49.019
Rosario,
lunes  05 de
febrero de 2001
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El juez que procesó a Pinochet dijo que lo aprecia y que reza por él
Juan Guzmán Tapia aseguró que el dictador "psicológicamente está mucho mejor de lo que creía"

Santiago. - El juez especial Juan Guzmán Tapia, quien procesó el lunes pasado al ex dictador Augusto Pinochet por el caso Caravana de la Muerte, aseveró en una entrevista con un diario chileno que siente "cariño" por el militar retirado y que incluso reza por él. El juez recalcó que Pinochet "para mí, es un hombre normal, con los achaques de la edad que tiene. A mí no me gusta juzgar a gente enferma. En un país como el nuestro nos toca a diario enjuiciar a personas enfermas, con sida, con cáncer, y hay que hacerlo igual. No existen las razones humanitarias que hay en otros países. Pero eso no es culpa de los jueces sino de los legisladores. En todo caso, Pinochet estaba mucho mejor, psicológicamente, de lo que yo creía".
El magistrado -católico declarado- expresó en una entrevista con el matutino La Tercera que, pese a que la labor de un juez es esencialmente técnica, se ha sentido tocado por el dolor de los afectados en la causa donde se produjeron 75 muertes, pero sostuvo que había conocido a Pinochet en el pasado y que también le agradaba. Reconoció en el ex dictador a una persona muy valiente. "Fue muy valiente. Noté que los abogados no querían que contestara las preguntas que le hice. Sin embargo, ahí se hizo presente su estado de soldado, como lo ha dicho tantas veces antes. Creo que él quiso hacer frente al juicio y lo hizo virilmente. Entonces, pienso que esa imagen que le han hecho, de escabullir a la justicia, en mi concepto no existe", manifestó.
"En este caso -continuó el juez Guzmán- Pinochet insistió, con porfía, en contestar. En su manera de pensar, puede ser que tenga la conciencia tranquila. Pero no sé si es culpable o no, para eso se está investigando". Junto con señalar que las presiones que recibió -a favor y en contra de Pinochet- se acabaron en diciembre, al dictar su primer procesamiento, negó que hubiese querido pasar a la historia a raíz de un fallo en ese sentido y que nunca buscó protagonismo internacional.
"Pasar a la historia a costa de otro, no me interesa. Eso es maquiavélico, no es humano. Pasar a la historia con un juicio, no me gusta. Hubiera sido más feliz si otro hubiera sido el que pasa a la historia por este juicio", remató el magistrado.

"Le tengo cariño"
"Le tengo cariño al general Pinochet, como persona. Es el prototipo de un chileno. Me es simpático. Me ha tratado siempre con cordialidad. El hecho de estar con la gente me acerca más a la gente. Créame que no es fácil procesar a nadie. Es muy duro procesar a un semejante. Hace 30 años que soy juez y todavía no puede ser fácil".
Con respecto al futuro del caso y a una eventual condena, dijo que no podía opinar sobre el proceso, y recordó que faltan muchos recursos pendientes. "De eso va a depender el juicio. Espero que Dios le dé la larga vida que merece todo ser humano. Yo rezo por el general Pinochet". El magistrado sostuvo que, aunque lo critiquen, mantendrá su posición de procesarlo y sin embargo pedir a Dios por él. "Lo considero un hermano. Por eso es tan duro juzgar a una persona, porque es siempre juzgar a un hermano. No soy un beato, pero tengo un respeto muy profundo por la condición humana".
Sobre las más de 200 querellas que sigue contra el ex dictador y lo prolongado que sería seguir investigándole causas, el magistrado opinó entre risas que "yo estoy esposado a Pinochet y él a mí. Vamos caminando de la mano y no sé cuál de los dos está más contento".



Guzmán Tapia dijo que Pinochet es muy valiente.
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