"El Concejo estuvo abierto durante todo enero y le resolvimos muchos problemas al vecino", aseguró el vicepresidente primero del cuerpo, Miguel Zamarini, quien además se comprometió a luchar para que los integrantes del Palacio Vasallo "sigan siendo así de diligentes durante el resto del año".
El edil de Partido Socialista Popular (PSP) quedó a cargo del Concejo todo enero, ya que durante la primera quincena el titular del cuerpo, Pablo Cribioli, se hizo cargo de la Intendencia, y luego tomó dos semanas de vacaciones.
"Creo que es positivo que el Concejo haya estado abierto durante enero", dijo Zamarini, quien añadió que "todos los bloques tuvieron concejales trabajando durante todo el mes, ya que se turnaron para tomar vacaciones".
Lo que no puede esperar
Dijo que la idea de mantener el Palacio Vasallo abierto durante el primer mes del año sirvió para que los vecinos pudieran presentar sus reclamos. "Hubo algunos que hicieron solicitudes de cortes de tránsito por distintas actividades, otros que hicieron denuncias por ruidos molestos y también se recibieron vecinos que tenían problemas de salud que no podían esperar", recordó Zamarini.
El concejal admitió que "el Concejo no puede cerrar porque algunos problemas de la gente no pueden esperar hasta marzo".
Señaló que cuando los vecinos plantearon sus problemas ante el Concejo, "se giraron notas a las reparticiones del Ejecutivo pertinentes o a lo sumo se le entregaba al vecino un escrito con firma y sello del Concejo para que se presentara en la oficina correspondiente y se solucionara la cuestión".
Zamarini confesó que durante enero aprovechó para recorrer algunos barrios de la ciudad y ver de cerca los problemas que denunciaban los habitantes de cada zona. Uno de los lugares que visitó fue Grandolli y Güiraldes. "Me acercaron infinidad de denuncias. Ahora tendrá que solucionar los problemas la gente de Obras Públicas, Zanjeo e Hidráulica".
Pero no todas fueron rosas durante enero. Las fuertes lluvias tuvieron sus consecuencias dentro del palacio. "Mi oficina se inundó 4 o 5 veces durante enero", denunció el concejal peronista Evaristo Monti, quien además ejemplificó: "El bloque parecía el barrio Belgrano de Buenos Aires".
Monti protestó porque "cada vez que llueve fuerte se moja todo el despacho" y agradeció la presencia de personal de maestranza del cuerpo que permitió sacar el agua que sumergió parte del mobiliario del bloque peronista.
El vicepresidente del cuerpo minimizó el hecho. "No fue tan grave la inundación; se mojó un poco la oficina, pero no hubo nada fuera de lo común", remató Zamarini.