Oscar Ruggeri presentó ayer su renuncia a la dirección técnica de San Lorenzo de Almagro, como consecuencia de un desentendimiento con el presidente del club, Fernando Miele, y los nombres del dúo Leonardo Madelón-Walter Perazzo son los primeros que se mencionaron como candidatos a la sucesión.
A media tarde Miele aseguró no tener noticias acerca de la dimisión de Ruggeri, pero la noticia estaba plenamente confirmada de boca del propio entrenador. Ruggeri, en tanto, condujo el entrenamiento matutino llevado a cabo en la ciudad deportiva de San Lorenzo y posteriormente tomó la decisión.
El técnico y el presidente habían mantenido una reunión el sábado, al cabo de la cual Ruggeri parecía confirmado e incluso dos de sus colaboradores, Esteban González y Angel Bernuncio, habían viajado a Bolivia para ver al equipo Jorge Wilsterman, que la semana próxima debe jugar en Cochabamba con San Lorenzo por la Copa Libertadores de América.
En principio, el foco del desacuerdo parece haber sido la imposición de Miele de que se alejara de su cargo el preparador físico Rubén Solé, lo cual no fue aceptado por el entrenador.
El presidente le había solicitado a Ruggeri que tuviera más autoridad sobre el plantel profesional de fútbol, pero lo había ratificado en el puesto. Tras la decepcionante producción de San Lorenzo en el pentagonal de los grandes, con dos caídas, dos empates y ninguna victoria, y con el agravante del enfrentamiento verbal y público de Eduardo Tuzzio y Sebastián Abreu antes de que el uruguayo fallara al ejecutar un penal frente a River Plate, Miele se reunió con Ruggeri para tratar el tema.
Inclusive, segundos antes de que el jueves Tuzzio insultara y desafiara sin contemplaciones a Abreu por impedirle ejecutar el penal, el ayudante de campo de Ruggeri, Esteban González, había anticipado ante las cámaras de televisión que el designado para este tipo de remates era el defensor.
Ruggeri cargaba inclusive con un progresivo deterioro de respaldo por parte de la parcialidad azulgrana, cansada de ver que los títulos le son ajenos, tanto en el frente doméstico como en el plano internacional.
El dúo Madelón-Perazzo no tiene antecedentes en la conducción de equipos de la categoría superior, aunque trabajó con aceptables resultados en Primera B Nacional, en El Porvenir, con el ex volante como director técnico y el ex delantero como ayudante de campo.
Se trata de dos hombres plenamente identificados con San Lorenzo en su carrera como jugadores, lo cual podría significar en principio una ventaja en cuanto a su relación con el público.
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La Ciudad
