El nuevo sistema de recolección de residuos no logró todavía ponerse a tono con los horarios. Los camiones llegaron horas después de lo estipulado por el cronograma oficial y las bolsas se acumularon frente a los domicilios. Durante las primeras noches algunos vecinos esperaron el arribo a su cuadra de los ultramodernos móviles correspondientes a las nuevas empresas concesionarias, que no aparecieron cuando los aguardaban. Se generó una falsa expectativa. Los representantes de las empresas encargadas del servicio explicaron que las modificaciones se debieron a "los cambios de rutas y la adaptación del personal".
Si bien se cumplió en retirar los residuos el sábado, la gente soportó mal olor y suciedad en las noches.
En gran parte de Rosario se solía retirar la emblemática bolsita después de las 20, pero en los últimos días los camiones pasaron hasta 12 horas después, según afirmaron algunos vecinos.
"Prometieron un montón de cosas, pero ni siquiera pudieron cumplir con lo principal, que es sacar la basura a horario", se quejó Dina, desde su casa de la cortada Noruega (Francia entre Zeballos y Montevideo). Por ese lugar debió haber pasado la empresa Cliba, que tiene jurisdicción desde avenida Pellegrini al norte. "Hay más de 25 bolsitas de supermercado repletas de mugre debajo de la ventana de mi dormitorio", sostuvo la amargada mujer nacida en España que vive en Rosario desde hace 40 años. "Nunca pasé por esto", recordó ofuscada, mientras se persignaba para que el sol no empezara a calentar. "No se va a soportar el olor", volvió a quejarse cuando habían pasado más de 12 horas sin que alguien concurriera a retirar los residuos.
Una nena de 12 años se había entusiasmado con la idea de ver in situ, frente a su casa de Laprida y Viamonte, los camiones cero kilómetro, más silenciosos y con mayor capacidad que habían asombrado a más de un rosarino durante la presentación oficial el pasado jueves en el parque Independencia. Es más, quería observar en acción a los empleados de las empresas con sus trajes flamantes y fosforescentes por doquier. La preadolescente se sentó en la puerta de su casa a las 20.35. Esperó más de tres horas y se fue a dormir decepcionada.
Julián Enrique Ferrer, gerente general de Lime-Impsa (la empresa que brinda el servicio al sur de Pellegrini), expresó que los horarios de trabajo se extienden de 20 a 2, o 4, como máximo. "Esta semana el vecino se va a acostumbrar a su nuevo horario de acuerdo a las modificaciones de las rutas de los camiones", prometió.
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La gente protestó por los horarios de recolección. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
