Bogotá. - El presidente colombiano, Andrés Pastrana, decidió aceptar la fecha del 8 de febrero para reunirse con el jefe de la guerrilla Farc, Manuel Marulanda o Tirofijo, y postergó hasta el viernes la vigencia de la zona desmilitarizada. Al mismo tiempo, Pastrana hizo una visita relámpago a la peligrosa zona de despeje concedida a la guerrilla. El presidente colombiano condujo por la zona una camioneta y se desplazó con la protección de un solo custodio.
El mandatario envió ayer una carta a Marulanda o Tirofijo, en la que acepta reunirse con él el jueves próximo para conversar sobre el rumbo proceso de paz colombiano. La fecha había sido propuesta por el jefe guerrillero. Tras conocerse la respuesta a primera hora de la mañana, el jefe de Estado partió hacia la zona de distensión de 42.000 kilómetros cuadrados.
Al llegar al aeropuerto de San Vicente del Caguán, Pastrana anunció que "el despeje (la desmilitarización) va hasta el 9, porque la cita con Marulanda es el 8, y ahí van a salir obviamente las conclusiones".
Pastrana visitó en primer lugar Uribe, considerado el "santuario" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), y luego La Macarena.
Estos son dos de los cinco municipios incluidos en la zona neutral que fue desmilitarizada por el gobierno hace más de dos años para negociar un proceso de paz con el grupo rebelde.
La Macarena está a 100 kilómetros al este de San Vicente del Caguán, donde se llevan a cabo las negociaciones entre las FARC y el gobierno, suspendidas unilateralmente el 14 de noviembre pasado por el grupo rebelde.
La decisión del mandatario de reunirse con Marulanda el jueves próximo en San Vicente del Caguán para definir la evolución del proceso fue respaldada por los principales sectores políticos, portavoces de la sociedad civil y la Iglesia Católica.
Marulanda aceptó la invitación y propuso como fecha el 8 de febrero, que fue aceptada por el jefe de Estado.
Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), la mayor patronal colombiana, dijo que la decisión de Pastrana abre "una semana de esperanza, oportunidades, opciones, y no de tensiones y desesperanza" para la paz.
A lo largo de esta semana, distintos sectores pidieron a ambas partes que trabajasen para salvar el diálogo, mientras la Unión Europea y las Naciones Unidas transmitieron al gobierno y las Farc que la única fórmula para hacerlo era mediante un encuentro entre el mandatario y Marulanda.
Villegas sostuvo que "el hecho de que se hayan puesto de acuerdo -Pastrana y el jefe guerrillero- en la fecha como en la discusión de los temas que uno y otro propusieron le va a dar posibilidad al proceso de paz de que se relance, de que tenga nuevas energías".
Ambas partes comenzaron sus negociaciones formales en octubre de 1999, aunque hasta el momento los resultados logrados son escasos.
Viaje peligroso
Toda Colombia comentaba ayer con sorpresa el inusual y peligroso gesto de Pastrana, de desplazarse por los municipios de la zona de despeje casi desprovisto de custodia. "Lo que hicimos fue oír a la población, oír sus inquietudes, sus preocupaciones sobre las inversiones del estado. Fue un ejercicio muy interesante", dijo el presidente a unos asombrados reporteros que no esperaban la visita.
El mandatario llegó en una avioneta acompañado del comisionado para la paz, Camilo Gómez, y sus ministros del Interior y Relaciones Exteriores con quienes previamente visitó Uribe y La Macarena, dos localidades de la zona desmilitarizada.
Un solo escolta de la policía vestido de civil acompañaba a la comitiva que se desplazó en una camioneta conducida por el propio presidente.
Pastrana rompió todos los protocolos de seguridad, presentándose ante los alcaldes de cada uno de los municipios y ante una pasmada comunidad que lo saludó en medio de un inclemente sol.
El presidente expresó que cree que las Farc "están muy interesadas en que el proceso, como lo estamos todos los colombianos, continúe, pero sobre todo que avance".
Pastrana le recordó a Marulanda en su misiva que la "comunidad internacional confía en que podamos obtener resultados fundamentales para el proceso de paz". Las conversaciones fueron congeladas unilateralmente el pasado 14 de noviembre por las Farc, asegurando que el gobierno no había dado muestras de una lucha eficaz contra los grupos paramilitares.
Los embajadores de la Unión Europea, reunidos el jueves en Bogotá, reiteraron su apoyo a la continuidad de la mesa de diálogo para evitar una confrontación abierta en Colombia.