Un manosanta "atendía" en la casa de un comisario

Un alto jefe de la policía rionegrina debió trasladarse hasta la pequeña localidad de Los Menucos, en el sur de Río Negro, para expulsar a un manosanta que, según se denunció en medios rionegrinos, "atendía" en la casa del comisario, pegada a la dependencia policial.
La insólita situación fue denunciada por la intendenta de la localidad Los Menucos, Mabel Yahuar, al ministro de Gobierno rionegrino, Esteban Rodrigo, quien dio intervención a la Unidad Regional Tercera, con asiento en Bariloche, que tiene jurisdicción en la zona.
El imputado repartía volantes en los que se destacaban sus virtudes como sanador y se indicaba a la "casa comisario" como el lugar de "atención".
Los Menucos es una pequeña localidad de la región sur de Río Negro, ubicada a 260 kilómetros de General Roca y a 360 de Bariloche, en la que todo el mundo se conoce.
Sin embargo la llegada del nuevo comisario del pueblo, Diego Marcos, no fue todo lo convencional que suelen ser, ya que la flamante autoridad se presentó ante la comunidad a través de una emisora de frecuencia modulada que funciona en la localidad, junto con el curandero José Luis, a quien promocionó desde la emisora.
El reparto de volantes anunciando los servicios del "maestro sanador internacional José Luis" inundó las calles del pueblo y se ofrecían inclusive en la propia guardia de la comisaría.
"Toda enfermedad tiene cura. Sí!, toda, sea cual fuese el nombre dado por la medicina y sea cual fuese la gravedad de la misma", indicaban los volantes.
Después señalaba que estaba atendiendo en Los Menucos, y simplificaba el domicilio consignando simplemente "casa comisario".
"Estaba en Viedma cuando me enteré que el comisario había ido a la radio con un parapsicólogo, se presentaron los dos juntos y pidió que vayan a verlo", dijo la intendenta Yahuar. El 30 llegué a Los Menucos, vi los panfletos, escuché el casete y me pareció una falta de respeto a la comunidad y los profesionales. El director del hospital vino al municipio a informarse, y nos preocupamos, por eso hablé con el ministro de Gobierno, le informé de la situación e intervino el jefe de policía", señaló la intendenta.
Según la jefa comunal, el manosanta cobraba 40 pesos por sus servicios, aunque otras fuentes dijeron que la tarifa era de 20 pesos y a repartir.