Mauricio Maronna
"La Alianza quiso hacerle creer a la sociedad que el presidente (Fernando de la Rúa) era Rambo, que solucionaría todos los problemas. Un año después se dieron cuenta de que Rambo no existe. Lo que existe es el desencanto popular", asesta el diputado nacional Oscar Lamberto. El legislador, en sintonía con el debate interno que pidió Carlos Reutemann, reclama que el justicialismo pose la mirada sobre dos interrogantes: ¿por qué perdió en el 99 y para qué quiere volver al gobierno? "Hay que tomar conciencia de que el peronismo es el partido de los pobres", enfatiza. -El justicialismo ya tiene un precandidato presidencial: Carlos Ruckauf. ¿Lo sorprendió esa autoproclamación? -No me sorprendió. Sus acciones políticas apuntan ostensiblemente a una candidatura presidencial, es legítimo. Además, es bueno que el peronismo tenga muchos candidatos. Pero antes de hablar de candidaturas los peronistas tendríamos que sentarnos a discutir algunas cosas. -¿Cuáles? -Hay cosas que no están resultas. ¿Por qué perdimos en el 99? ¿Para qué queremos estar en el gobierno? Deberíamos darnos ese debate histórico porque tenemos un pasado glorioso que muchos jóvenes no conocen, una experiencia de gobierno reciente con grandes aciertos y grandes errores. Ahora estamos ante la alternativa de construir un proyecto de poder para los argentinos del siglo XXI, en un mundo distinto. Somos contemporáneos al cambio tecnológico y muchas de las cosas que eran válidas hace 30 años, hoy ya no sirven. Los peronistas deberemos definir el modelo de sociedad que queremos para el futuro. -¿Qué tiene que ver ese modelo con el peronismo histórico? -Hay que seguir pensando en un país grande y en un pueblo feliz. Y, fundamentalmente, hay que tomar conciencia de que el peronismo es el partido de los pobres, el eje de nuestra razón de ser está en los sectores más castigados. Tenemos que tener un proyecto que contemple el avance tecnológico, por ejemplo. Después de revitalizar al partido con estas discusiones vendrán las confrontaciones internas. Y para esa lucha, ya tengo opinión tomada: mi candidato se llama Carlos Reutemann. Pero la gente, a la hora de votar, tiene que tener certezas. Votar imágenes que presentan los publicistas es algo que empieza a retroceder en la Argentina. La Alianza nos vendió que el presidente iba a ser Rambo, que solucionaría todos los problemas. Un año después se dieron cuenta de que Rambo no existe. Lo que existe es el desencanto popular. -La política, para muchos, pasó a ser algo descartable. -Claro, pero hay que cambiar esa imagen. Perón tuvo una visión distinta del país, y Menem también. Perón entendió a la sociedad industrial y se puso al frente, Menem vio el agotamiento de un modelo y también se decidió a liderar ese cambio. Ahora hay que apuntar a otra cosa, es imposible mantener este esquema de desigualdades sociales tan profundas. -La mayoría de los dirigentes justicialistas santafesinos dicen lo mismo: "El candidato es Reutemann". ¿Cómo se articula nacionalmente una postulación presidencial del Lole? -En la nueva organización de la política, las famosas estructuras pesan demasiado poco. De lo contrario, Menem nunca hubiese podido llegar a la presidencia. La renovación tenía estructura partidaria, gobernadores, diputados, senadores, todo... Pero la voluntad de la gente arrasó con todo. La gente y la participación son necesarias para revitalizar la política. No hay que construir en función de coyunturas, sino edificar en relación a los proyectos. -Por primera vez en la historia contemporánea, Santa Fe tiene posibilidades de tener un presidente de la Nación. ¿Los factores de poder provinciales captaron esta chance? -Para hacer un mundo político nuevo hay que tener empresarios y dirigentes sindicales acordes a los tiempos. Hace falta una renovación fundamental en la mentalidad de los dirigentes empresarios. No alcanza con ir a tocar timbres a los despachos oficiales, tiene que haber mucho más. Hay que discutir a fondo esta cuestión. Nosotros compramos como una frase hecha eso de que "la política argentina no sirve", pero habría que preguntarse qué pasa con la dirigencia empresaria, sindical... -La caída de la imagen del gobierno impidió que el peronismo debata su razón de ser. Alguien dijo: "¿Para qué vamos a discutir si la Alianza se cae sola?". -Lo que sucede es que este gobierno es la continuidad de Roque Fernández. Es la política del piloto automático, ligada a acuerdos internacionales en materia de financiamiento. La Argentina requiere más que esto, hay que tener mayor protagonismo desde el Estado para resolver lo que los particulares no hacen. ¿Les vamos a dar a los ciudadanos planes Trabajar para toda la eternidad? Hay que lograr que la gente consiga trabajo en base a su mérito, a su capacitación. ¿Esta universidad que tenemos sirve para los nuevos tiempos? Son cosas que hay que empezar a debatir. Lo mismo sucede con la Justicia, con los dirigentes políticos y con muchos otros factores. Felizmente, el peronismo es hoy una caldera viva. Se volvió a discutir política, y eso permitirá la aparición de nuevos cuadros, de mayor movilización. Además, tenemos la suerte de tener muchos y buenos candidatos.
| "Mi candidato se llama Carlos Reutemann", dijo Lamberto. | | Ampliar Foto | | |
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