Año CXXXIV
 Nº 49.018
Rosario,
domingo  04 de
febrero de 2001
Min 20º
Máx 31º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Silvio Ojeda contraatacó ante las acusaciones realizadas por su esposa
El marido "golpeado" dice que la mujer lo amenazó con clavarle un cuchillo
El hombre asegura que "nunca" tuvo un arsenal. "Sólo había tres armas, el resto eran réplicas", afirmó

La historia de la mujer que fue excluida del hogar por maltratar a su esposo tuvo ayer un nuevo capítulo, y no deja de ofrecer detalles inéditos. Esta vez fue el esposo quien salió a defenderse: "Ella me decía que me iba a matar y que me iba a hacer meter preso, pero después llegó a tirarme con cosas y me quiso clavar un cuchillo de cocina", contraatacó, para asegurar que la mujer le propinaba "empujones, insultos y amenazas". Silvio Ojeda, cuya identidad se conoció ayer al saberse que contaba con antecedentes por robo y tenencia ilegal de armas, aseguró que "nunca hubo un arsenal" en su casa: "Sólo eran tres armas que usaba para ir a cazar. Lo demás eran réplicas".
Su mujer, Silvia Vila, fue excluida de su casa por el juez Ricardo Dutto, miembro del Tribunal Colegiado de Familia Nº5, luego de que Ojeda la denunciara por "maltratarlo, agredirlo y torturarlo". Ahora, la mujer de 33 años, que está a la espera de un trasplante de pulmón, regresó a su casa de Génova al 2500 por decisión judicial y espera el regreso de su hijo.
Después de la decisión del magistrado, se supo que el domicilio de Ojeda había sido allanado en agosto de 1998 a raíz de una denuncia por robo, y que en su casa se había encontrado "un verdadero arsenal", según consta en las crónicas de aquel momento.
Pero Ojeda se defendió y ayer aseguró a La Capital que "de las denuncias por robo y tenencias de armas todavía no se comprobó nada, pero de eso se encarga mi abogado". El marido "golpeado" se refirió al allanamiento que le realizaron el seis de agosto de 1998 y explicó: "Tengo los papeles de las tres armas que había en mi casa y que uso para cazar, pero cuando vinieron a allanarla pusieron juguetes de mi hijo, que son réplicas de armas, como si fueran verdaderas, y además de cuchillos que uso para pescar".
El hombre de 28 años contó que los primeros días de enero pasado decidió abandonar su casa a raíz de las agresiones que sufría por parte de su esposa, y lo dejó asentado en la policía. "Mientras fuimos pareja siempre discutimos, pero dentro de los límites de lo normal. Lo más grave pasó el día después de que me fui de la casa", recordó, antes de dar los detalles del incidente: "Ese día me hizo un escándalo e intentó clavarme un cuchillo de cocina, por eso me tuve que escapar por el fondo de la casa. Además, me rompió los vidrios del auto a martillazos y me quemó la ropa. Pero lo peor fue que el nene vio todo lo que pasó". No dejó de asegurar que hubo testigos de los incidentes y recordó que "frente al juez, ella confesó todo lo que me había hecho y dijo que había sido un momento de rabia y de locura".

"El nene tiene miedo"
Ojeda aseguró que no sólo hizo la denuncia a la Justicia por las amenazas que sufría por parte de su esposa, sino que también temía por la seguridad de su hijo. "El nene tiene miedo porque vio un montón de cosas desagradables. Ahora está privado de su casa, sus cosas y sus amigos", señaló, y recordó que "delante del juez ella se enojó con el chico porque no quería ir con ella".
"Ella dice que el nene sabe manipular armas porque yo las tengo, pero eso no es cierto. El nene sólo conoce las tres armas que yo tenía porque las vio, pero nunca las tocó", dijo el hombre para negar las acusaciones realizadas por Vila, quien había afirmado que "el nene sabe armar y desarmar armas".
Si bien Ojeda se encarga de llevar "de vez en cuando" a su hijo para que vea a su madre, asegura que "muchas veces el nene no quiere ir porque tiene miedo de que ella lo agreda".
Lo cierto es que ahora el marido "maltratado" ya no está en la casa de Génova al 2500, y desde hace un tiempo él y su hijo viven en la casa del padre de Ojeda. "Ya no tengo dónde vivir y mi hijo está privado de sus cosas y sus amigos", se lamentó, y remató: "Eso no es justo".


Diario La Capital todos los derechos reservados