Guillermo Marino sorprendió el año pasado con sus condiciones cuando Andrés Rebottaro le dio la posibilidad de debutar ante Colón. En pocos minutos, el volante de Los Surgentes dejó grabada en la retina de los hinchas una buena imagen. Pero después de ese día, nunca más volvió a jugar en primera. Y después de aquel hasta llegó a participar de algunos partidos de la cuarta división. Siempre se dijo que estaba lesionado, aunque él manifiesta que no era tan así. "No sé si fue tanto la lesión. Estuve lesionado, pero no era nada grave. Lo que sentí es que el técnico no me dio mucha continuidad. La verdad, le agradezco a Rebottaro la oportunidad que me brindó de debutar, aunque después no me tuvo más en cuenta", dice con sinceridad y cierta timidez. "Hice bien las cosas. Tal vez el resultado en ese cotejo haya tenido algo que ver, porque entré cuando estábamos ganando 3 a 1 y luego empatamos 3 a 3. No sé si fue ese el motivo, pero se puede llegar a pensar que sí", agrega con voz suave y con las palabras justas. -¿En qué te afectó el no ser tenido en cuenta por el técnico? -Anímicamente estuve muy mal. Tal vez no lo demostré, pero en mi casa me encontraba bajoneado. Además, futbolísticamente bajé mucho mi nivel. Logré superar eso gracias a mi familia. Cuando te encontrás mal los primeros que están son los padres, a quienes les agradezco todo lo que hicieron por mí. Pero reitero, me llamó mucho la atención de que no me pusiera más.
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