-¿Cuánto hace que bailás? -Como pareja hace siete años. Este año estaremos en Dublín, Irlanda, entre el 7 y el 20 de febrero, y a partir del 5 de marzo haremos la sexta gira por sur de California. El año pasado estuvimos en Chile, entre el 5 y el 15 de octubre, y a fines de mayo volvemos a Munich, Hamburgo y Berlín. También estuvimos en París, donde hicimos diferentes talleres y espectáculos. -¿Cómo se forma la pareja de baile? -Verónica viene de la danza clásica e ingresó en el tango hace ocho años por curiosidad. Yo empecé en esto como un hobby, pero todo se transformó cuando empezamos a tomar clases con el maestro Orlando Paiva, con quien continuamos durante casi tres años, todas las mañanas. -¿Prefieren el tango de salón y for export? -Trabajamos el tango de salón, que es el estilo de Paiva, con algunos arreglos nuestros. La idea del tango for export ya no es tan popular. Ahora quieren la autenticidad. Los medios de difusión y los viajes son más accesibles, entonces mucha gente que llega a Buenos Aires se interioriza sobre las milongas y el tango auténtico. -¿Ya no se considera un producto folclórico? -La palabra tango en todo el mundo es casi tan conocida como la Coca Cola y está moviendo casi 2 mil millones de dólares al año. El fenómeno en el exterior es sorprendente y va más allá de la tradición. Berlín, por ejemplo, es la capital del tango en Europa y se generó hasta una forma propia de bailarlo. -¿Qué lo hace tan popular? -Uno de los puntos principales es la posibilidad de hacer algo en pareja, el acercamiento del grupo humano y la posibilidad de expresarse. -¿En qué lugar viste las cosas más curiosas? -En Finlandia, por ejemplo, podría decir que el tango es casi la música nacional. Se apropian de esa música y hacen su propio producto. Todo el mundo lo escucha y lo baila. Creo que influye la música del bandoneón, que tiene un efecto liberador. En la mayoría de los países desarrollados ya pasaron la etapa de buscar el orden y el progreso y se están volcando a las fuente de tranquilidad. -¿Sos crítico con los bailarines en el exterior? -Es una emoción muy fuerte y lo hacen realmente en serio, a pesar que no sea el mismo sentimiento. Nos tocaron casos de darles clases a parejas de mujeres y de hombres, y aunque es otra la idea general que tienen del tango, respeto y apoyo muchísimo a cualquier extranjero que lo baila. -A la hora de bailar ¿prefieren el estilo de salón o for export? -No porque no sean argentinos, porteños o rosarinos, no pueden bailar. Hay algunos que lo hacen y muy bien y otros que como conocen la cultura for export, intentan hacer acrobacias, firuletes y exhibicionismo para ellos mismos, en vez de sentir el contacto con su pareja.
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