Dos muchachos y una chica asaltaron una pinturería de barrio Alberdi, redujeron a un empleado y a un cliente para finalmente huir con más de 700 pesos que había en la caja registradora. Los delincuentes actuaron con mucho nerviosismo y uno de ellos llegó a gatillar su arma contra una de las víctimas, aunque el artefacto no funcionó. El robo ocurrió el jueves, alrededor de las 20, en la pinturería Paraná, situada en la esquina de avenida Alberdi y pasaje Nelson. Daniel Roldán, de 26 años y empleado del lugar, contó que en ese momento se encontraba junto a un cliente cerrando una venta. Roldán recordó que todo fue en cuestión de pocos minutos. Primero ingresó una pareja de menos de 20 años cada uno. "No dieron tiempo a nada. Enseguida, el muchacho sacó un revólver, lo puso sobre el mostrador y saltó sobre el mueble. Después entró otro muchacho, también muy exaltado", comentó el empleado. Según el relato del testigos los dos varones tenían un revólver cada uno. El trabajador contó que el muchacho que ingresó en segundo lugar, le apuntó al cliente con su arma a la altura de los riñones. "Quedate quieto, hijo de puta porque te mato". Mientras tanto, el otro delincuente se llevaba a los empujones a Roldán hacia la parte trasera del local y la chica juntaba el dinero de la caja en una bolsa. Una de las víctimas contó por Radio Dos que en un momento dado realizó un movimiento sin ningún tipo de intención, pero que enfureció al delincuente que apuntaba a los riñones. "Te dije que te quedaras quito, hijo de puta", le gritó y apretó el gatillo del revólver. Afortunadamente, el arma funcionó. Fue de terror", contó la víctima por radio. Por su parte, Roldán agregó: "Fuimos maltratados. Nos insultaban de arriba a bajo. A mí me llevaron para atrás con el revólver en la cabeza para ver si había alguien más en el negocio. Después me arrastraron hasta la otra caja, de donde tomaron el resto del dinero". Los maleantes, por último, obligaron a sus víctimas que se tiraran en el piso, boca abajo, en la parte trasera del local, donde se encuentran almacenada la mercadería. Huyeron a pie, presumiblemente por el pasaje Nelson en dirección al oeste. Roldán consideró que el dinero robado superaba los 700 pesos. Antes de escarpar, los asaltantes también tuvieron tiempo para despojar de todas sus pertenencias al cliente. El empleado consideró que todo ocurrió en menos de cinco minutos, y recordó que ésta no fue la única vez que lo encañonaba con un arma. Hace aproximadamente seis meses atravesó una situación similar en otro sucursal de la pinturería. Eso ocurrió en el local de San Martín al 3900, la misma cuadra donde el miércoles pasado fue baleado un agente de policía que intentó detener a un delincuente. "Aquella vez fue tan violenta como ésta -rememoró Roldán-. Me pusieron un revólver en la sien y después me encerraron".
| Uno de los asaltantes gatilló pero el disparo no salió. | | Ampliar Foto | | |
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