| | cartas Un tal Carlitos
| Este momento particular que vive nuestro país, la crisis moral y económica que padecemos, a veces obliga a la gente a realizar cualquier trabajo para sobrevivir. Deseo contestar a Guillermo Morales, firmante de la carta "¿Quiénes velan por los coches?", donde se habla de Carlitos, un cuidador de autos de la zona norte. No pretendo defender el trabajo de estos supuestos cuidacoches, sino a la persona que en la carta se llama "Carlitos". El es un muchacho de 29 años, inválido, a quien conozco desde que nació. A los 2 años, por negligencia de sus padres, tuvo un accidente y un tren le cortó un pie. Por distintas razones Carlitos se encuentra "fuera del sistema". Yo resido frente al club Regatas y diría que se trata de alguien simpático, cuya única diversión, dentro de su pobreza económica y mental, es imitar a su ídolo Sandro. Si molesta a alguien, pidiendo algunas monedas, es entendible, ya que pasa 12 horas cuidando los coches que estacionan frente al club. Lo que me llama la atención es la actitud de Morales, a quien conozco también desde hace 30 años. Era una persona solidaria y piola, pero parece que los años lo han transformado en un ser insensible. Hugo E. Fernández
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