La fuerte caída en el valor de la cuota Hilton y los casi cinco meses sin negocios con los Estados Unidos por el rebrote de aftosa, está impactando de lleno en la industria frigorífica que ya venía en un proceso de zozobra. En los últimos días distintas empresas de la provincia de Santa Fe han recurrido a la drástica estrategia de recortar personal como alternativa para atravesar la coyuntura, y algunas estarían muy cerca de cerrar sus plantas. La medida empresaria generó preocupación y el Ministerio de la producción santafesino está estudiando alternativas que permitan darle aire a las empresas para sobrellevar el momento.
Según el último informe de coyuntura de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), en el año 2000 cerraron o entraron en convocatoria 10 empresas frigoríficas en todo el país, afectando 3.500 puestos de trabajo y dejando de pagar hacienda por varias decenas de millones de pesos.
El argumento que circula con más fuerza en los distintos integrantes de la cadena cárnica es sin duda la situación que enfrenta el sector por la caída del precio internacional de la carne, sobre todo del valor de la cuota Hilton y también del mercado norteamericano.
La crisis desatada en la Unión Europea por el mal de la vaca loca, sumada la reaparición de animales con serología positiva del virus de la aftosa en Argentina, provocaron fuertes temores en los mercados y una fuerte retracción del consumo de carne.
Los negocios con Estados Unidos se están retomando más lentamente de lo esperado y los frigoríficos aún sufren los efectos de los cinco meses de suspensión de operaciones hacia ese destino.
El flujo de mercadería con la Unión Europea también ha sufrido una merma y el valor de la cuota Hilton disminuyó sensiblemente.
Con este escenario, y aún sin indicadores claros acerca de si el consumo interno en Argentina está sostenido, los frigoríficos se encuentran evaluando distintas alternativas para sobrellevar una coyuntura que magnifica quizás viejos problemas estructurales del sector.
El gobierno nacional en un intento desesperado, inició una estrategia de promoción de las carnes argentinas, para algunos un tanto limitada, y en Diputados se está discutiendo un viejo proyecto de crear un instituto para el mismo objetivo.
Recorte más recorte
En esta semana se conoció la noticia de que dos importantes industrias de Santa Fe decidieron recortar su personal como una medida para "achicar costos".
El Frigorífico Rafaela decidió despedir a más de 350 empleados de su planta de Casilda y se habla de un cierre definitivo de la misma. Por otra parte, en Venado Tuerto fueron despedidos alrededor de 74 empleados del frigorífico Cepa, que ya había mantenido una experiencia similar cuando hace poco tiempo atrás había aplicado suspensiones temporarias por falta de materia prima e inclusive cerró su planta de Pontevedra, dejando sin trabajo a más de 400 empleados.
Por su parte, el Frigorífico Friar como parte de un proceso de reestructuración interna y en vistas de redefinir sus principales negocios, decidió mantener cerrada su planta de Carcarañá y aumentar el 20 por ciento de su faena en Reconquista.
También circuló la noticia de despidos en un frigorífico de la localidad de Recreo pero aseguraron que solo fue uno y que en el mes de enero se habían incorporado quince empleados.
La voz oficial
El secretario de Agricultura de la Provincia, Oscar Alloatti, afirmó que la provincia está en permanente contacto con el sector y el lunes próximo se realizará una reunión con representantes del las industrias santafesinas y del sindicato de la carne para encontrar algunas alternativas a la problemática.
En tanto, el ministro de la producción, Miguel Paulón, explicó que "convocamos a toda la industria frigorífica, de exportación y consumo interno, porque tenemos estas situaciones de mercado. Hay que diseñar una estrategia de emergencia para transitar este período sin que tenga demasiado impacto justamente en el nivel de actividad en las plantas", dijo en conferencia de prensa.
El funcionario adelantó que intentará, junto con las provincias de Córdoba y Buenos Aires, "unificar para el mercado local un status en condiciones de higiene, instalaciones de las plantas y controles sanitarios".
"Además -continuó Paulón-, probablemente se hable de alguna modernización del consumo de carnes en el mercado interno para ofrecerles mayores garantías a los consumidores".