Casilda. - La planta frigorífica que la firma Rafaela Alimentos SA tiene en esta ciudad retomó ayer sus actividades productivas tras permanecer cerrada y ocupada por sus operarios desde el miércoles pasado cuando la empresa despidió a 378 empleados aduciendo "problemas económicos y falta de trabajo". La reapertura del establecimiento se produjo debido a que la Secretaría de Trabajo dictó una conciliación obligatoria de casi un mes para destrabar el conflicto y abrir una instancia de diálogo entre las partes en pugna al fin de evitar el cierre de la fábrica. Los obreros comenzaron sus tareas a las 9 (ver recuadro).
El organismo laboral tomó esta medida anteayer a la medianoche en el marco de una audiencia debido a que el gremio y el sector empresario, después de varias horas de discusión, no lograron arribar a ningún acuerdo. La empresa insistía con la rebaja salarial y que los trabajadores desalojen la planta, mientras que el gremio pretendía que sean reincorporados sin condicionamientos.
Las posturas fueron tan irreconciliables que la única solución para garantizar que no se corte el diálogo fue la conciliación obligatoria. De la reunión también participaron funcionarios provinciales, el intendente Eduardo Rosconi, concejales, el senador del departamento Caseros y representantes de Cámaras Frigoríficas, quienes pudieron aportar pocas ideas. Acercar las posiciones resultó imposible, a pesar de los esfuerzos.
La conciliación obligatoria durará casi un mes para que las partes se sienten a negociar en procura de encontrar una solución. El primer encuentro tendrá lugar el martes próximo en la delegación rosarina de la Secretaria de Trabajo.
No a la rebaja de salarios
Hasta el momento la empresa mantiene su postura de rebajar los salarios y el gremio quiere discutir alternativas que no afecten las condiciones laborales. "Los haberes de los trabajadores no son prenda de negociación", dijo el titular del sindicato de la carne, Sixto Vallejos, quien, sin embargo, confía en que a partir de ahora se pueda llegar a un entendimiento con el apoyo del poder político.
En ese sentido dijo que será clave la reunión que pasado mañana el ministro de la Producción, Miguel Paulón, mantendrá con industrias frigoríficas para analizar la compleja situación del sector y discutir alternativas tendientes a sortear la coyuntura. Los empresarios se quejan por la escasa rentabilidad de las exportaciones a raíz de la caída de los precios en la tonelada de la cuota Hilton como consecuencia del "mal de la vaca loca" que afecta a Europa.
Para Vallejos la continuidad de la empresa "dependerá en buena parte del apoyo que pueda brindar el gobierno provincial para palear la crítica situación de la industria de la carne". "Si el gobierno le da un mano no tendrán argumento para cerrar el establecimiento", dijo.
El dirigente sindical calificó a la reunión mantenida anteayer en Santa Fe como "positiva" y en ese sentido sostuvo que "permitió que sigamos sentados a una mesa de negociación al margen de lo que suceda desde ahora en adelante".
Según Vallejos las reducciones salariales no solucionarán las problemas económicos que dice tener la empresa tras asegurar que el gremio hizo un estudio por medio del cual se demuestra que "la pérdida de la firma -incluyendo la planta Casilda y la otra ubicada en Rafaela- es de 200 mil pesos, y rebajar los haberes implica solamente un ahorro de en entre 30 mil y 35 mil pesos, lo cual no solucionará el tema".
El dirigente también sostuvo que la empresa "se las debe ingeniar al fin de que los trabajadores no sufran en esta crisis" y aseguró que el gremio está dispuesto a discutir propuestas tendientes a compensar desajustes sin que se toquen los salarios.
"Si la empresa quiere sacar el ticket canasta que tiene un valor de cincuenta pesos y lo compensa con la entrega de veinte kilogramos de carne por mes a cada trabajador se estaría ahorrando treinta pesos", señaló Vallejos a modo de ejemplo y para demostrar la predisposición que tienen los obreros en colaborar para salir de la crisis.