El turismo sigue siendo un valor seguro para casi todos los países que apuestan por él. Con cerca de 700 millones de turistas, lo que equivale a un aumento del 7,4 por ciento, y unos ingresos de 476 mil millones de dólares, un 4,5 por ciento más, este sector vivió en el 2000 un auténtico boom, según el balance anual presentado ayer en Madrid por la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Este auge se debe en buena parte a los grandes acontecimientos que marcaron el año pasado, como los Juegos Olímpicos de Sydney, la Eurocopa de Fútbol en Holanda y Bélgica, el Año Santo celebrado por el Vaticano, las consiguientes peregrinaciones a Israel y los países vecinos o la Exposición Universal de Hannover (Alemania), explicó en rueda de prensa el secretario general de la OMT, Francesco Frangialli.
España, con 53,6 millones de turistas, con un aumento del 3,7 por ciento, se convirtió en la más turística del mundo, superada sólo por Francia, con 74,5 millones (un 2 por ciento más), y seguida por Estados Unidos, que registró 52,7 millones de llegadas internacionales y un aumento del 8,7 por ciento.
Esta tendencia se invierte, no obstante, si se tiene en consideración que España modificó su metodología estadística. Aplicada esta revisión, el país está en el tercer lugar detrás de Estados Unidos, con 48,5 millones de turistas. Aún así, España, una vez completados los datos del 2000, podría convertirse en la primera potencia turística por ingresos.
México también sonríe
En América Latina, México se mantuvo como el principal destino de la región, al contabilizar 20 millones de turistas (un cinco por ciento más), un crecimiento que en parte debe a la recuperación del turismo de ocio y de negocios.
México es, además, el único país latinoamericano en la lista de las quince potencias turísticas del mundo, donde ocupa el noveno lugar.
El mayor aumento en el subcontinente lo experimentó, sin embargo, la República Dominicana, un país cada vez más popular entre los europeos, ya que recibió a casi tres millones de turistas, es decir, un 12,4 por ciento más que en 1999.
También Cuba tuvo una subida espectacular, del 8,9 por ciento, al contabilizar 1,7 millón de turistas, unos 200 mil más que Chile, que registró un incremento del seis por ciento.
No en vano, el subcontinente experimentó su mayor crecimiento en Centroamérica (un 8,8 por ciento más) y el Caribe (un 7,0 por ciento más).
Estos datos contrastan con Uruguay, donde las llegadas internacionales cayeron un 5,1 por ciento hasta los 1,96 millones de turistas, convirtiendo al país sudamericano en el único de la región en "números rojos".
El aumento del 7,4 por ciento del turismo mundial es una marca que los expertos no preveían. De hecho, es el mayor índice de crecimiento de casi todo el decenio y cerca del doble del registrado en 1999.
"En el cambio del milenio, el turismo está creciendo más que en nuestros pronósticos más optimistas", dijo Frangialli.
Europa fue la estrella del sector el año pasado. Un gran número de turistas visitó Alemania por la Expo de Hannover e Italia por el Jubileo Vaticano. Al mismo tiempo, los países de Europa del Este se recuperaron tras el final de la guerra de Kosovo, y Turquía se repuso después de varios años de declive causados por la inestabilidad política y las catástrofes naturales como el devastador terremoto que sacudió el país.
Algo similar ocurrió en el Cercano Oriente, que sin embargo sufrió una caída cuando en septiembre resurgió el conflicto entre israelíes y palestinos y frenó en seco la afluencia de turistas a la región.
Pese a los buenos resultados generales del 2000, Frangialli advirtió que no se prevé que este año sea igual de satisfactorio.