| | Reconquista: dos hipótesis para investigar un triple homicidio La muerte de tres pescadores habría sido producto de una venganza o un error en un crimen por encargo
| Una venganza tan alevosa como inexplicable o un crimen por encargo que terminó en una equivocación. Esas son las dos hipótesis más firmes que a casi un mes manejan los investigadores del triple crimen del Biguazal, un paraje isleño ubicado a escasos kilómetros de la ciudad de Reconquista, en el norte de la provincia. Los autores de la masacre de los tres pescadores aún no fueron identificados, pero ya circula un identikit de uno los presuntos homicidas, sin que hasta el momento se haya obtenido un dato preciso sobre sus paraderos a pesar de la lluvia de llamados telefónicos a la Unidad Regional IX de personas que dicen haber visto al menos a uno de los sospechosos. La matanza ocurrió el 2 de enero y las víctimas fueron Rafael Meza, de 59 años; su hijo Aureliano, de 29, y Matías Bustamante, de 19 años. Los tres pescaban en un zona de islas situada a escasos kilómetros del puerto de Reconquista. Rafael murió por una herida de hacha o machete en la cabeza, Aureliano y Matías tenían sendos disparos de armas de fuego a quemarropa y en la cabeza. Las pericias revelaron que esos disparos se efectuaron desde una escopeta calibre 16 y desde un revólver de gran poder, como un 38 ó 32. Según fuentes de la investigación, las muertes se produjeron en forma simultánea. Eso acredita que en el hecho participaron al menos tres personas. La policía provincial y Prefectura Naval, que también participa en la investigación, buscan a un hombre cuyo apellido sería Duarte y cuyo fotofit ya fue difundido. A partir de la difusión del identikit, la Jefatura de Policía comenzó a recibir numerosos llamados telefónicos de gente que dice haber visto al sospechoso. Cada uno de esos datos fueron corroborados, pero no hubo noticias del prófugo. Durante el mes de enero se hicieron ocho allanamientos en distintos puestos y estancias cercanos a Reconquista, en donde se secuestraron varias armas similares a las que se utilizaron en el crimen. Esos exámenes ya despejaron las dudas en cuanto a los revólveres, pero dos escopetas calibre 16 continúan bajo estudio. Según fuentes cercanas a la causa, hasta el momento las hipótesis más firmes son dos: los asesinos ejecutaron una venganza por resentimiento o se equivocaron de víctimas. La primera versión es explicada por los investigadores por la alevosía "sobrenatural" con que fueron asesinadas las víctimas. "No se puede entender tanto enseñamiento sino es por una disputa o resentimiento muy grandes ", dijo ayer un portavoz. La segunda posibilidad se apoya en que las víctimas no poseían antecedentes penales y no estaban vinculados a actividades ilícitas, a pesar de que entre sus pertenencias fueron hallados varios cuchillos para despostar reses, similares a los utilizados en los frigoríficos. "Tal vez pudo ser un crimen por encargo para otras personas, porque estos pescadores eran unos pobres infelices", graficó la fuente.
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