Año CXXXIV
 Nº 49.014
Rosario,
miércoles  31 de
enero de 2001
Min 22°
Máx 27°
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La defensa de Pinochet estudia la estrategia a seguir contra Guzmán
Sus abogados pidieron que el arresto domiciliario se cumpla en la finca veraniega del ex dictador

Santiago.- La defensa de Augusto Pinochet evaluaba ayer cuál camino procesal seguir, mientras se esperaba que su cliente fuera notificado de la orden de arresto domiciliario emitida el lunes en su contra por la histórica resolución del juez Juan Guzmán, quien lo procesó por 75 crímenes cometidos en 1973 bajo su dictadura. Por ahora, la defensa sólo presentó un pedido para que Pinochet pueda cumplir el arresto domiciliario en su finca de veraneo, en Bucamelu, a 140 km de Santiago, y no en su domicilio de la capital. Ayer, una columna de pinochetistas se presentó ante la finca de Bucamelu para apoyar al ahora procesado ex dictador.
La defensa esperará a saber hoy la composición de las salas de la Corte de Apelaciones que comenzarán a sesionar en marzo, al finalizar el receso de verano, ya que las salas de la feria judicial, activas durante febrero, no satisfacen a Pinochet (la mayoría de sus integrantes se manifestó contra los fueros senatoriales del ex dictador). La defensa también duda si presentar un recurso de amparo o de apelación. El primero debe ser visto en la Corte de Apelaciones y en la Corte Suprema, mientras la apelación sólo la resuelve el tribunal de alzada.
Mientras las repercusiones por el histórico fallo del juez Juan Guzmán del lunes seguían llegando a Chile desde todo el mundo, 17 autobuses con pinochetistas se acercaron ayer a la finca de Bucamelu para vivar a su ídolo. Los buses fueron pagados por la Fundación Pinochet. Los pinochetistas, mostrados por la televisión, se observaron muy animosos, cantando, gritando y agitando pancartas con leyendas de apoyo a su líder.
La casa de campo de Pinochet, llamada Los Boldos, estaba fuertemente custodiada por comandos del ejército, rama que tiene su custodia por tratarse de un ex comandante en jefe.
El juez Juan Guzmán le inició proceso a Pinochet por 57 homicidios y 18 secuestros de opositores cometidos en octubre de 1973 por la Caravana de la Muerte. Esta comitiva estuvo integrada por seis oficiales del ejército encabezados por el general Sergio Arellano Stark, enviados por Pinochet a recorrer el norte y sur del país para agilizar los consejos de guerra abiertos contra los disidentes tras el golpe militar. Todos están enjuiciados por los 75 crímenes.
Pinochet, de 85 años, no ha sido visto desde el viernes, cuando salió del hospital militar donde permaneció 24 horas a causa de una momentánea falta de irrigación sanguínea al cerebro.
El ex jefe militar cumplió ayer su 58º aniversario de matrimonio y su hija mayor, Lucía, dijo que pensó que Guzmán "iba a ser más humano y respetar" la fecha.
En las próximas horas o días Pinochet será notificado, por intermedio del ejército, de su procesamiento. En ese momento deberá empezar su arresto domiciliario.
Guzmán ordenó que la detención se cumpla en la residencia que Pinochet tiene en Santiago, pero sus abogados opinaron que en Bucamelu está más tranquilo e "incluso el clima es conveniente", por lo que pidieron al juez el cambio de lugar.
El equipo jurídico de Pinochet calificó la resolución de Guzmán como "errada, equivocada y acomodaticia".
Entretanto, el ministro del Interior, José Miguel Insulza, descartó que el gobierno estudie una salida política para la situación de Pinochet y problemas con las fuerzas armadas.
Los militares reaccionaron con mayor fuerza al primer encausamiento de Pinochet, el 1º de diciembre, anulado después por los tribunales porque faltaba interrogarlo. Las fuerzas armadas demandaron en aquel momento una reunión del Consejo de Seguridad del Estado, un organismo asesor del presidente en el que ellos tienen la mitad de los votos.
Ahora, en cambio, sólo se ha pronunciado el jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, que expresó su "profunda preocupación" por la salud de Pinochet, pero sin referirse al enjuiciamiento. Este tono más contenido produjo evidente satisfacción en el gobierno del presidente socialista Ricardo Lagos.


Diario La Capital todos los derechos reservados