Año CXXXIV
 Nº 49.014
Rosario,
miércoles  31 de
enero de 2001
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Editorial
Una tributación más justa

En general, las cargas tributarias argentinas son tan grandes, numerosas y complicadas que a particulares y empresas les cuesta un esfuerzo enorme mantenerse al día. Tanto es así que cada vez resulta mayor el número de contribuyentes impelido a recurrir al auxilio de moratorias. Auxilio que, en los tres niveles del Estado -Nación, provincia y Municipalidad- se renueva de manera constante. Históricamente es así y desde hace algunos años lo es todavía mucho más. Esto último como consecuencia de la marcada decadencia económica que padece el país a partir de una situación de crisis de la que le cuesta un esfuerzo enorme desprenderse.
La moratoria es un legítimo recurso legal que, mediante refinanciaciones, con o sin condonación de intereses y actualizaciones, permite superar coyunturas difíciles sin dejar de cumplir las obligaciones tributarias. Empero, estas ayudas que otorga el Estado son inequitativas y hasta poco ejemplares frente a todos aquellos que, al poder hacerlo y tener la voluntad, honran sus obligaciones en tiempo y forma.
Para superar el desnivel de justicia que se genera entre el pagador y el no pagador, algunas jurisdicciones han puesto en marcha medidas resarcitorias. Tal el caso de la Municipalidad de Villa Constitución, que ya para el ejercicio del año anterior contempló una rebaja de tasas del 12 por ciento para aquellos contribuyentes que mantuvieran al día sus obligaciones. La acogida positiva que tuvo la medida motivó que para el ejercicio fiscal en curso se elevara en un dos por ciento ese descuento, con lo cual el premio al cumplidor es ahora del 14 por ciento.
Al mismo tiempo, esas autoridades dispusieron la extensión hasta fines de marzo próximo de la moratoria actual, en vigencia desde hace más de un año. Lo hicieron con el fin de que una mayor cantidad de vecinos pueda tener finalmente sus tasas al día y antes de iniciar los estudios de cada caso específico de los deudores con el objeto de poner en marcha mecanismos judiciales de cobro.
No caben dudas de que la inteligente y seria política seguida en la materia por la Municipalidad de Villa Constitución se inscribe dentro de la más absoluta lógica y a partir del sentido común. Es decir, reconoce que no es equitativo que, al margen de las numerosas justificaciones que puedan existir, quien no puede cumplir con sus obligaciones tributarias en tiempo y forma goce de un beneficio por el que no es resarcido aquel que sí tiene al día sus gravámenes.
Cabe reiterar: las moratorias son recursos legales legítimos y útiles para superar coyunturas difíciles. Empero, quien no necesita recurrir a ellas porque puede mantenerse al día con sus obligaciones también debe ser beneficiado de manera similar, como hoy ocurre con las tasas municipales en la ciudad del sur santafesino.


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