Año CXXXIV
 Nº 49.014
Rosario,
miércoles  31 de
enero de 2001
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Más saludables y con menor riesgo de enfermedades

El término probiótico fue acuñado e los •70 para definir a las bacterias que incorporadas a la alimentación de los animales mejoraban su crecimiento y balance microbiano. Esta definición se amplió para abarcar a los microorganismos que ingeridos con los alimentos mejoraban las condiciones del huésped, promoviendo una flora intestinal más saludable.
Los productos lácteos frescos como el yogur pueden ser suplementados con especies metabólicas seleccionadas cuidadosamente, sea por sus atributos o por su intervención beneficiosa sobre algunas funciones del organismo.
El agregado de probióticos como los lactobacilos y las bifidobacterias contribuyen a preservar el equilibrio de la flora intestinal y sus funciones metabólicas.
Estos son bacilos o cocos Gram positivos, anaerobios y/o tolerantes a condiciones aeróbicas, ampliamente distribuidos en la naturaleza, presentes en el suelo, vegetales, carne, leche y también, colonizan las mucosas humanas, incluida la vagina, boca e intestino. No todos son iguales, por esta razón son seleccionados los que tienen crecimiento más rápido, mejor tolerancia a Ph ácidos y bilis, mayor supervivencia e implantación en el tracto gastrointestinal.
Luego del tránsito a través del estómago, algunos probióticos sobreviven y pueden establecerse, al menos transitoriamente, en el intestino, promoviendo un mejor estado de salud.
Los productos lácteos frescos elaborados con probióticos se convierten en verdaderos alimentos funcionales debido a que más allá de su aporte nutricional, ejercen una acción benéfica en una o varias funciones del organismo, proporcionando un mejoramiento en el estado de salud o reduciendo el riesgo de padecer enfermedades.

El yogur es más que leche
Un alimento puede ser considerado funcional si logra demostrar científicamente que posee efectos beneficiosos sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de sus propiedades nutricionales habituales. Durante años se han utilizado en la alimentación leches fermentadas y yogures debido a sus propiedades benéficas sobre el organismo.\El interés biológico comenzó a fines del siglo XIX cuando se sentaron las bases del conocimiento científico para el uso funcional de lo que años más tarde serían los probióticos.\En la producción de yogures se utiliza como fermento de la leche el streptococcus thermophilus y lactobacillus bulgaricus. Cada una de estas especies de fermentos contribuye, con sus productos metabólicos, al desarrollo de la otra, constituyendo un ejemplo de simbiosis.\El yogur es un alimento distinto de la leche. Por efecto de la fermentación se hidrolizan algunas proteínas aumentando la concentración de aminoácidos libres y péptidos.\Las personas con intolerancia a la lactosa no suelen presentar problemas con el yogur; aumenta la absorción del calcio como consecuencia del menor Ph intestinal; incrementan la concentración de ácido fólico y de algunas vitaminas del grupo B por efecto del metabolismo bacteriano.


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