Año CXXXIV
 Nº 49.012
Rosario,
lunes  29 de
enero de 2001
Min 19º
Máx 27º
 
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Fuera de foco
Mochito Merlo: "A veces Rosario oprime"
El chamamecero presenta su vigésimo quinto disco, "Acordeón sin fronteras"

-¿Cuál es el plan de trabajo para presentar el disco?
-Nosotros seguimos con nuestro trabajo habitual presentándonos de pueblo en pueblo y de paraje en paraje, llevando nuestra música de siempre, y ahora esta novedad.
-¿Desde cuándo te dedicás a esto?
-Es algo que puede decirse que nació más o menos a los cuatro años, cuando ya mi padre me llevaba a cantar en sus giras por los pueblos, en los bailes del campo. En los últimos años hicimos varias giras por Brasil, Estados Unidos, Canadá y Uruguay.
-¿En qué corriente te sentís enrolado dentro del chamamé?
-Lo nuestro es el chamamé bien campero, rítmico y alegre, pero coincido con aquellos artistas que quieren dejar un mensaje referido a los problemas sociales.
-¿Cuántos discos llevás grabados?
-Ando por los 25 discos, contando a "Acordeón sin Frontera" que es lo último. Pero además tengo gran cantidad de recopilaciones y dentro de poco voy a lanzar un nuevo trabajo en el que participa Horacio Guarany.
-Con 25 discos en tu carrera, ¿por qué no se difunde más tu producción?
-Sinceramente no sé. No sabemos defendernos. En Estados Unidos o en Brasil, en cada esquina encontrás la bandera del país; en cambio a la nuestra sólo la sacamos a relucir para los mundiales en los que nos va bien. Lo mismo pasa con los músicos. ¿Quién se acuerda de Carlos Pino, de Eduardo Gómez, de Andrés Cañete o de Gregorio de la Vega y tantos otros? Nosotros estamos afuera del centro de la ciudad, pero la queremos igual aunque Rosario a veces oprime.
-¿Sigue habiendo prejuicios en el rosarino con el chamamé?
-No. Por suerte eso se superó. Lo mismo le pasó al tango. Toda música que tiene fuerza popular pasa por esos prejuicios. Pero hoy ya no. Gracias a Dios que pasamos por todo eso.
-¿Cómo?
-Sí, porque gracias a eso nosotros tenemos aquí a la segunda capital del chamamé a partir de que en 1952 don Emilio Chamorro le dio cabida en la bailanta que tenía en la salida de Pichincha, en Jujuy y Oroño, a Mario del Tránsito Cocomarola, a don Ernesto Montiel, a don Isaco Abitbol, Tarragó Ros y a tantos otros que se quedaron en Rosario. No hay que olvidarse que aquí tenemos un Festival de Chamamé que creó Nélida Argentina Zenón por el 95, por el que pasaron las grandes figuras del género, y hay historias como la Coquimarola, el hijo de don Tránsito, que nadie recuerda que es rosarino.
-¿Por qué no hay un reconocimiento oficial de la ciudad hacia una manifestación que convoca a tanta gente?
-Los intendentes Binner, Caballero y Usandizaga, para no hablar de los demás políticos, cuando llega la época de las campañas y necesitan llegar a los barrios, lo hacen llevando chamamé de por medio, pero cuando suben se olvidan de nosotros.
-¿No te molesta que a cualquier cosa hoy le llamen bailanta?
-Eso nació en los tiempos de La Forestal, cuando la peonada correntina se juntaba a bailar casi espontáneamente, pero después a alguien le gustó la palabra bailanta y encontró la forma de comercializar eso incluyendo ritmos que no tienen nada que ver con el chamamé.



Monchito Merlo y su "familia chamamecera".
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