Año CXXXIV
 Nº 49.012
Rosario,
lunes  29 de
enero de 2001
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En Galápagos, las manchas de combustible cambiaron de rumbo pero sin mayor riesgo

Manchas dispersas del gigantesco derrame de combustible registrado en las islas Galápagos desviaron ayer su rumbo y se dirigen a unas islas cercanas pero sin mayor riesgo. Entretanto, las autoridades informaron que reanudarán los intentos de recuperar el barco del cual emanó el combustible, que permanece encallado frente a este puerto de la isla San Cristóbal.
El jefe de Operaciones Marinas del Parque, Ramiro Morejón, explicó que las manchas se han aproximado a las islas de Floreana e Isabela. "Era algo que no esperábamos", dijo, sin determinar la distancia.
"Hemos enviado esta madrugada unas 30 personas en dos embarcaciones para recoger los restos en el mar, que no representan mayor peligro porque su magnitud es menor", señaló Morejón, y explicó que se trata de material "emulsionado por el movimiento de las olas y buena parte del combustible se ha evaporado. Hasta ahora no hay versiones de que haya llegado a tierra y precisamente para evitar eso se ha mandado a la gente a limpiar las aguas".
Floreana, 80 kilómetros al sur este de Puerto Baquerizo, donde encalló el barco el 16 de enero pasado, es un importante santuario de vida silvestre donde viven aves, lobos, tortugas marinas e iguanas. Tanto Floreana como Isabela, unos 125 kilómetros al este de esta ciudad, con una fauna similar, "están fuera de riesgo", remarcó.
En tanto, confirmó que en las últimas horas los buzos que vigilan el estado del buque Jessica informaron que dejó de derramar combustible desde los tanques. "Eso es una buena noticia para todos", expresó.

Intentarán reflotar la nave
Respecto de la nave, indicó que se esperaba soldar las fisuras del barco y reparar otros daños similares en el casco para intentar reflotarla mediante la inyección de aire comprimido y llevarla hacia aguas más profundas.
Las famosas tortugas gigantes (galápagos) no pueden ser afectadas porque viven tierra adentro y hay escasa posibilidad de que entren en contacto con el combustible, según los expertos.
En tanto, expertos internacionales instalados en la base naval de Puerto Baquerizo seguían el delicado proceso de lavar e hidratar a una docena de pelícanos y otros tantos cachorros de lobos marinos afectados por el derrame.
El barco tanquero, de bandera ecuatoriana, encalló a unos 500 metros de este puerto, pero tres días más tarde comenzó a derramar de combustible. La cantidad de combustible derramado ascendió a alrededor de 170.000 galones de diesel.
La isla San Cristóbal tiene unos 4.000 habitantes y es la tercera isla en importancia del archipiélago de Galápagos, ubicado a 1.000 kilómetros de las costas de Ecuador.


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