La Cámara Penal de Trelew confirmó el procesamiento por homicidio simple del hombre que el 26 de agosto pasado mató a un agricultor rosarino radicado en la localidad chubutense de Gaiman. Ahora Romano Bozzini, el hombre acusado de asesinar de una puñalada a su vecino Sebastián Drincovich, irá a juicio por el caso que conmocionó a Gaiman.
El hecho ocurrió el 26 de agosto de 2000, cuando Drincovich fue a recriminarle a Bozzini que había volcado abono de gallina frente a su chacra, lo que provocaba un fuerte mal olor y estaba prohibido por el municipio. El hombre reaccionó con violencia y sin bajarse de su camioneta la asestó a Drincovich una cuchillada en el corazón que le provocó la muerte.
El agricultor estaba desarmado y no lo había agredido. Todos los testimonios coincidieron en que la víctima y el homicida no habían mantenido una disputa. Aún así, Bozzini estuvo a punto de quedar libre, ya que el Juez de Instrucción Nº 3 de Trelew, Jorge Pfleger, lo procesó por homicidio atenuado por exceso en la legítima defensa. Esa figura penal permitía la excarcelación de Bozzini. Y cuando los abogados de la familia Drincovich apelaron la resolución, la Cámara Penal no hizo lugar al pedido.
Pero cuando todo indicaba que ese sería el fin de la causa, un testigo de apellido Texeira, que hasta entonces no se había animado a declarar, dio su versión de los hechos: describió claramente cómo Bozzini esperó que el agricultor se acercara para matarlo. Entonces el juez revocó su propio fallo y procesó al acusado por homicidio simple. Esa es la resolución que fue ratificada por la Cámara de Apelaciones, integrada por Carlos Dante Ferrari, Juan Umberto Manino y Sergio Rubén Lucero, y ahora el caso irá a juicio.
Bozzini alegó en su descargo que fue atacado por la víctima y tomó el cuchillo para defenderse. La Cámara descartó esta versión al tener en cuenta que el altercado, de haberse producido, tendría que haber sido presenciado por un camionero, de apellido Griffiths, que fue propuesto como testigo por la defensa y se encontraba en el lugar de los hechos.
La Cámara sostuvo que no existían elementos para dudar del relato del testigo Texieira -"se desprende que su relato no ha sido dubitativo"- y por otra parte de la declaración de Griffiths "surge que la víctima se dirigió en todo momento en forma correcta, tranquila, que se despidió de él y que no vio ningún tipo de agresión por parte de esta persona, ni tampoco observó que llevara algún tipo de arma".
Asimismo, al rechazar la defensa propia alegada por el criminal, la Cámara de Trelew consideró que el informe médico realizado dos horas después de los hechos no constató ningún signo de violencia física en el agresor.
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La Ciudad
