Ahmedabad. - Las madres de 15 estudiantes atrapados entre los escombros de una secundaria continuaban ayer en vigilia mientras trabajadores trataban de retirar concreto y otros materiales en una desesperada búsqueda tras el devastador terremoto en el occidente de India. El edificio de cuatro pisos sepultó a 37 jóvenes el viernes: seis fueron rescatados en las primeras horas tras el sismo de magnitud 7,9, pero más tarde se recobraron los cuerpos sin vida de 16 de los estudiantes, cuyas edades fluctuaban entre 16 y 18 años. Se desconoce el destino de otros los 15 jóvenes, cuyos gritos aún se escuchaban ayer por la tarde (hora local), según el inspector de policía Ramesh Barot, a cargo de la operación de rescate.
"He trasladado heridos y cadáveres al hospital desde la mañana del viernes sin parar", expresó Mahmoud Rafiq, conductor de una ambulancia. "Al principio había mucho más heridos, con fracturas en la cabeza o en la columna vertebral. Hoy sólo son cadáveres", agregó. El ruido de las perforadoras era sofocado por los sollozos de las madres, sentadas bajo una tienda, en la acera frente a los restos de la escuela.
Pocas esperanzas
"Solamente esperamos, aunque ahora sabemos que no hay esperanzas", aseguró Kokilabehn Mehta, tía de uno de los muchachos enterrados, de 16 años. La madre, Nainabehn Patel, con los ojos rojos e hinchados afirmó que no ha tomado ni un trago de agua desde que supo la noticia. "¿Cómo puedo comer? Del sólo pensar en esos chicos se me parte el corazón". Nadie tocó las viandas calientes traídas por los vecinos para las madres. Los padres esperaban junto al retén policiaco para evitar el paso de cientos de curiosos.
Además de estas terribles escenas, la policía tenía algo más de que preocuparse: la líder del Partido Oposición del Congreso, Sonia Gandhi, tenía pensado visitar el lugar, según algunos informes. Los funcionarios se vieron obligados a planear una ruta y medidas de seguridad para su llegada a una de las zonas más castigadas por el sismo de 7,9 de magnitud. La noticia de la visita de Gandhi fue recibida en silencio entre las mujeres que esperaban recuperar por lo menos los cadáveres de sus hijos. La pena las abrumaba.
La Ciudad
