El mercado descontó expectativas más positivas que las reales. Durante la semana que termina hubo noticias muy positivas, como la contundente baja en la tasa de financiamiento que consiguió el gobierno nacional: captó 350 millones de dólares a un interés del 6,75% anual. Hay que remontarse hasta marzo del año 2000 para observar un registro de similar magnitud.
El dinero barato descomprimió las expectativas y dio paso a una importante suba en títulos públicos y privados. El Merval muestra una ganancia del 30 por ciento en días, y los títulos públicos argentinos pasaron de mostrar tasas de retornos muy próximas al 16 por ciento anual, al 9 por ciento anual en los bonos cortos, y en torno del 12 por cierto anual en los bonos largos.
Lo primero que se puede decir es que los árboles no crecen hasta el cielo, y que resulta probable una toma de ganancias en el corto plazo. Cabe recordar que que hubo que pasar un un año 2000 muy difícil, en donde las cotizaciones solo se movieron en un solo sentido, hacia la baja.
Esta recuperación le da mayor aire a un mercado que está herido, y tal vez necesite digerir esta suba para sentar las bases para una mayor recuperación en los meses venideros.
En el mes de febrero vence el mercado de futuros y opciones. Para los que no son adictos al mercado, habría que decir que en esa plaza se realizan compras y ventas a futuro, que vencen el día 15 de febrero. Ese día se concentra la venta y compra de las acciones, operándose un volumen de negocios más alto que el habitual. En este contexto, la mayor oferta de papeles en un día determinado hace que los precios arbitren a la baja, para retomar la tendencia anterior una vez superado el vencimiento.
Aplicando este razonamiento a la actualidad del mercado, en enero se observa una fuerte suba en precios, por lo cual en febrero se daría una lógica toma de ganancias, y sobre la segunda quincena de febrero o primera de marzo, se debería retomar la tendencia alcista.
Debe quedar claro que estamos tratando de trazar un escenario, y que difícilmente los sucesos se den taxativamente como lo estamos planteando, ya que el mercado es impredecible, pero este razonamiento solo es válido para argumentar una probable toma de ganancias de cara al mes de febrero.
El contexto internacional
El contexto internacional está atravesando un momento muy difícil, y resulta probable que Estados Unidos ingrese en una fuerte desaceleración económica, que impacte en el resto de los países del mundo.
En su último discurso al Senado, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos apoyó la política de reducir impuestos del actual presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pero sólo si mantiene el superávit presupuestario.
Cabe destacar que la caída en las tasas de interés en Estados Unidos está avalada por la política de reducción sistemática de la deuda estatal, que prevé que en el año 2013 Estados Unidos tenga deuda cero.
Cualquier cambio en esta meta, llevando la eliminación de la deuda a plazos más elevados que al año 2013, hará que la tasa de retorno de los bonos de largo plazo comience a trepar, y esto podría dar lugar a un escenario no del todo favorable para los países emergentes.
El día martes y miércoles se reúnen el Comité Abierto de Mercado de la Reserva Federal, que estudiará la posibilidad de bajar los tipos de interés. El mercado espera una baja de medio punto, y los precios actuales ya tienen descontada dicha baja. En cambio, si se adoptase la medida de reducir sólo un cuarto los tipos de interés, los mercados mostrarían un fuerte descenso.
Leyendo detenidamente la historia de las reuniones de la Reserva Federal, surge que nunca bajo la era Greenspan se procedió a bajar en dos oportunidades medio punto la tasa de interés de corto plazo, y menos aún en un período de tiempo inferior a 30 días. Por ende, es posible arribar a estas conclusiones:
u Si baja la tasa medio punto, estaría descendiendo los tipos de interés en un punto en menos de 30 días, convalidando un serio error de percepción de la política económica norteamericana, ya que en la reunión de diciembre de 2000 se dijo que no era necesario bajar los tipos de interés.
u Si baja la tasa un cuarto de punto, Greenspan estaría realizando algo a lo que ya nos tiene acostumbrado: proceder a recortes graduales, tratando de que el mercado no corra delante de las decisiones del gobierno.
Es de esperar que la Argentina aproveche esta oportunidad para trabajar en una profunda reforma del Estado, algo que ya esta anunciando el gobierno a través de los decretos de necesidad y urgencia. De ese modo, será posible lograr la mejora en competitividad que los agentes económicos necesitan.
Por último, el Banco Francés se retira del mercado, y es una más, siendo el signo inequívoco: a pesar de que las expectativas son mejores que en el 2000, por el momento no generamos confianza.