Juan Salinas
Nilda Garré es una mujer afable, conversadora, que canta 55 años sin que se le pregunte. Juró como viceministra del Interior, en reemplazo de Carlos Becerra, en octubre del año anterior. De pasado peronista, llegó al gobierno desde el Frepaso, donde siempre estuvo cerca de Chacho Alvarez. Dice que su renuncia a la vicepresidencia la "afectó" y que "no es lo mismo con él fuera del Ejecutivo; se puede seguir en la Alianza trabajando, pero es otra cosa", confiesa. En una extensa charla con La Capital Garré vuelve sobre el conflicto con los senadores ("venden sus votos al mejor postor", denuncia), postula que hay que investigar mejor las "cajas" y "cajeros" de Menem y asegura que la Nación sigue subvencionando las burocracias provinciales. También explica por qué sólo José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann tienen posibilidades de ser candidatos del justicialismo en el 2003. -¿Existen provincias "inviables", como había dicho Domingo Cavallo? -No, pero admito que hay provincias, como Formosa y La Rioja, que no son autosuficientes y absorben una parte considerable del presupuesto nacional. La coparticipación les aporta recursos muy significativos en proporción a su población. Si dividimos esa plata por el número de habitantes, vemos que tendrían que vivir bien. Y en cambio son muy pobres. Por lo que resulta obvio que la Nación subvenciona a su clase política, a sus Legislaturas. Que el conjunto del país financia, a través del pago de impuestos, a burocracias que se perpetúan en el poder. -¿La afectó la renuncia de Chacho Alvarez? -Por supuesto. Tantos años peleando, tantas esperanzas puestas en una coalición. Su figura en el gobierno daba un panorama... que no es el mismo con él fuera del Ejecutivo. Se puede seguir en la Alianza trabajando, pero es otra cosa. Esa renuncia no se debería haber producido. Entiendo que Chacho se sintió con un margen de maniobra tan limitado dentro del Senado, al que quería transformar. Además, se sentía hostigado por el propio aparato del Estado. Chacho no es un tipo de renunciar a la pelea. Es más: le gusta la pelea. Pero vio que si no renunciaba, su lucha lo llevaría a una situación de mayor enfrentamiento con el presidente. -¿Qué balance hace del gobierno? -Se logró bajar un déficit fiscal muy disparado. Gracias a un esfuerzo muy costoso para todos los ciudadanos se disminuyó más de un 40%. Se podrá decir que para una economía tan enferma es insuficiente. Pero se destinaron 2.500 millones de pesos para financiar las deudas hipotecarias a largo plazo. También fueron importantes los fondos para obras de infraestructura y para viviendas económicas. -¿Y que quedó en la columna del "debe"? -Hubo una exagerada confianza en los mercados, en los inversores externos. El mercado se guía por el lucro y jamás se preocupará por el bienestar de la gente. Para eso hace falta un buen Estado, lógico e inteligente. Me parece muy importante que haya una política capaz de parar al Estado frente al mercado. Esa política faltó y la Alianza perdió parte de su credibilidad. -Pero llegó el blindaje... -Sí, vino a traer un poco de tranquilidad. Porque ahora los mercados no se pueden disparar. Y al renacer la confianza estamos en mejores condiciones para impulsar el proceso productivo. Tenemos la oportunidad de lograr que esta vez, cuando se encienda el calefactor, a la gente le llegue un poco de calorcito. -¿Cuáles son los planes para este año? -Seguir impulsando la lucha contra la corrupción y por la transparencia. Vamos a buscar las grandes cajas del menemismo y sus cajeros. Creo que hay que apuntar a (Germán) Kammerath, María Julia (Alsogaray), a (Gerardo) Sofovich y todos los que intervinieron en las privatizaciones. ¿Cuánto costó la privatización de Entel? Eso lo manejó María Julia. Que después hizo otros negocitos más, como los Parques Nacionales. Está clara su condición de cajera. -¿Cómo se ve al peronismo desde la cartera política? -Muy anarquizado. Menem intenta liderar un grupo del interior, pero no termina de hacer pie porque está muy sectarizado. A Ruckauf lo veo muy lanzado, con bastante éxito mediático, pero no resolvió los graves problemas heredados de la administración anterior. Además, Duhalde todavía conserva un aparato territorial considerablemente más fuerte que el de Ruckauf. Por ahora ambos no se tocan, pero a la larga van a entrar en colisión. -¿A quiénes considera como posibles candidatos? -A Reutemann y a De la Sota. Sinceramente, me parece que tanto Ruckauf como Menem y Duhalde carecen en la práctica de posibilidades: por mínima que sea la capacidad de reacción del peronismo, los anticuerpos famosos de los que hablaba Perón, alguno va a funcionar. Claro que el peronismo tiene cada vez menos anticuerpos y está más fragmentado y agotado, pero alguna renovación se va a producir.
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