El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, lanzó ayer duras críticas al presidente Fernando de la Rúa, por primera vez desde que se hizo cargo del Ejecutivo nacional, al calificarlo de "ingrato" por "atacar" a los mandatarios provinciales del PJ. "Lo hace para ocultar su carácter débil", disparó el peronista.
De este modo, Ruckauf, quien se proyecta como candidato para las elecciones presidenciales del 2003, dejó de lado el romance que hasta ahora venía manteniendo con De la Rúa y le advirtió que si sigue atacando a los gobernadores justicialistas "le va a ir tan mal como cuando hizo el ridículo en el programa de (Marcelo) Tinelli".
"Creo que el presidente es un ingrato cuando dice que (los mandatarios del PJ) no estuvimos en las malas" junto al gobierno, afirmó Ruckauf.
Además, recordó "cuando (el presidente) nos llamó a los gobernadores para decirnos que el país se le iba de las manos".
Mal asesorado
La explicación que encontró el mandatario bonaerense es que a De la Rúa "su asesor norteamericano (Dick Morris) le ha indicado que para ocultar su carácter débil nos ataque, y yo creo que le va a ir tan mal como cuando hizo el ridículo en el programa de Tinelli".
Ruckauf manifestó su enojo con los conceptos vertidos el viernes por el jefe del Estado en un encuentro del radicalismo bonaerense, realizado en Mar del Plata.
En ese marco, aseguró que el gobernador bonaerense "no está poniendo lo que debe ponerse" para mejorar el "tremendo" déficit que su antecesor, Eduardo Duhalde, dejó en ese distrito.
"Los escuché (a De la Rúa) con actitudes muy duras. Nos acusó de no acompañarlo en las malas. Creo que el presidente es un ingrato cuando dice que no estuvimos en las malas, porque los argentinos han visto cómo lo acompañamos durante su primer año de gobierno", afirmó Ruckauf.
De inmediato, reclamó a De la Rúa "que cambie su actitud de llamarnos" a los gobernadores peronistas "cuando está desesperado", pero opinó que el jefe del Estado sí "debe convocar" a los mandatarios provinciales para hacer "un acuerdo para el crecimiento".
"No se tiene que meter el presidente con nosotros porque nos vaya bien en la imagen pública", ironizó, para luego -en un tono más componedor- señalar que "es evidente que la Argentina necesita un cambio", que "tendría que ser parte del acuerdo de la Moncloa (como el que selló la transición española) entre el presidente y los gobernadores".
Sin embargo, Ruckauf consideró que, "para esto, De la Rúa tendría que decidirse de una vez por todas a estrechar la mano tendida que le hemos mandado" los gobernadores, pese a que el viernes "nos haya agraviado". Y también pidió que "cambie su actitud de llamarnos cuando está desesperado".
Sobre la propuesta realizada junto al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, de bajar impuestos en el sector automotor, empleó nuevamente la ironía: "Estamos los dos muy tristes por el rechazo del presidente a nuestro plan".
Luego evaluó que "se trata de un error de la política económica, pero lo que pasa es que De la Rúa está en campaña y entonces parece haber cambiado totalmente".
El más gastador
En otro orden, Ruckauf renovó sus críticas contra la administración central y subrayó que "sin duda el peor gastador de todos es el gobierno nacional".
Para sustentar sus argumentos, el mandatario bonaerense se despachó con una advertencia: "Ahora suma una agencia social, pero sin eliminar el ministerio pertinente. Agrega más burocracia".
Ruckauf recordó así su iniciativa de disolver el Ministerio de Desarrollo Social, que encabeza Graciela Fernández Meijide, en lugar de crear un nuevo órgano que dependerá de la Jefatura de Gabinete.