El director argentino-israelí Daniel Barenboim lamentó que los alemanes perdieran en la segunda mitad del siglo XX su patriotismo, por miedo a un renacimiento del nacionalismo. "Me parece una pena", consideró el director artístico de la Opera Estatal de Berlín en un artículo que publicó el semanal alemán Die Zeit". Según Barenboim, este cambio ocurrió en un tiempo en el que llegaban cada vez más extranjeros que nunca a Alemania. Según prosigue el artista, Alemania abrió sus puertas sin poseer o desarrollar un perfil de país de inmigración como, por ejemplo, Argentina o Estados Unidos. Por este motivo, opina Barenboim, muchos alemanes tienen hoy un problema con extranjeros. Barenboim subraya que él nunca ha sido objeto de xenofobia o antisemitismo en Alemania. Según el músico, la alusión que hizo un político regional berlinés al "judío Barenboim" y que por sus connotaciones peyorativas causó revuelo en la capital germana, es una muestra de una falta de comprensión de lo que es realmente el judaísmo. Barenboim recordó que la declaración se realizó en un contexto que nada tuvo que ver con el ejercicio de una religión. "No creo en la culpa colectiva y menos después de varias generaciones, y por ello no tengo ningún problema en vivir y trabajar en Alemania. Pero al mismo tiempo espero de cada alemán que no olvide estos lados de su historia y que sea especialmente sensibles con ellos", declaró el director y pianista. En lo que se refiere a una "identidad alemana", Barenboim niega que sea necesario que un país se limite a comienzos del siglo XXI a una sola identidad. "Nací en Argentina, mis abuelos fueron judíos rusos, me crié en Israel y toda mi vida he residido en Europa. Pienso en el idioma que hablo, y me siento alemán, si dirijo Beethoven, e italiano cuando dirijo Verdi. No tengo la sensación de ser infiel a mi propio yo. Todo lo contrario", declaró.
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