Un inglés tiene 31 años y sigue creciendo

El hombre, que mide más de 2,20 metros, constituye un caso único. Su calidad de vida es mala

Lee Lazelle, de 31 años, un padre de familia británico, sigue creciendo cada año 2,5 centímetros, según precisó ayer el diario The Mirror. "Realmente me preocupa que nunca termine de crecer", dijo Lazelle. "Tengo dolores porque mis huesos crecen demasiado rápido. No quiero ni pensar en el futuro. Sinceramente, me da muchísimo miedo".
Los médicos están atónitos ante este caso. Sólo saben que Lazelle padece una enfermedad de crecimiento para la cual no se conoce tratamiento.
De niño, Lazelle era pequeño. Recién a los once años comenzó a crecer desmesuradamente: 56 centímetros en dos años, más de cinco veces lo normal.
Lazelle tuvo que abandonar hace poco su trabajo de portero. Todos los días debe tomar analgésicos, sufre pérdidas transitorias de memoria y fracturas.
A través de Internet intenta encontrar a alguien que padezca el mismo mal, pero de momento no lo ha conseguido. "Tal vez sea el único en todo el mundo con esta enfermedad", se lamenta.
Aparentemente, se trata de una disfunción hormonal, según los médicos, de origen desconocido. Cuando pequeño, Lazelle tenía una talla inferior a la normal, lo que llevó a pensar a los especialistas que estaban ante un denominado madurador lento, es decir, alguien que crece más lentamente que el común de las personas, pero sigue aumentando las medidas y el peso durante más tiempo, es decir que si un adolescente concluye su crecimiento a los 16 o 17 años, el madurador lento lo hará recién a los 20.
Pero, los médicos asistieron atónitos a una serie de "estirones" fenomenales de Lazelle, que los desconcertaron aún más cuando el hombre evidenció que no dejaba de crecer.