Año CXXXIV
 Nº 49.010
Rosario,
sábado  27 de
enero de 2001
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La serie de estafas con DNI falsos se extiende a Santa Fe
Uno de los fraudes se registró en la capital provincial. Rastrean la pista de nueve escrituras de propiedades rurales que habrían sido retenidas a un matrimonio

"Hernández y otros. Asociación ilícita, estafas reiteradas, falsificación de documento público". Tal es la carátula del expediente que comenzó a tramitarse cuando Laura Beatriz Rondano denunció, en septiembre del año pasado, las variadas estafas que se realizaron con un DNI a su nombre. Lo que nadie esperaba es que la investigación judicial de aquella denuncia depararía múltiples ramificaciones: otra mujer denunció un caso similar que hoy investiga la Justicia de Santa Fe, se descubrió que los estafadores usaron cheques truchos a nombre de una firma comercial y que a un matrimonio le retuvieron las nueve escrituras de sus propiedades rurales, cuyo destino hasta hoy ignoran. Lo llamativo es que detrás de todos estos casos operaría la misma banda, con una amplia gama de modalidades delictivas.
Todo comenzó cuando Rondano denunció en el juzgado de Instrucción Nº 5 que una mujer había comprado un DNI falso a su nombre y conseguido una copia de la escritura de su casa para sacar un crédito y una tarjeta de crédito, comprar electrodomésticos y salir como garante de un alquiler. Pero esto era sólo la punta del iceberg.
Por este caso la policía detuvo a Rosa Isabel Hernández, quien confesó haber perpetrado las estafas a nombre de Rondano. Pronto la mujer quedó vinculada en un hecho similar, cuando María Luisa Viola denunció en el mismo juzgado que habían comprado electrodomésticos a su nombre en Ventura y Garbarino. Lo descubrió cuando quiso sacar un crédito y se lo negaron porque estaba inhibida en la Cámara de Crédito. Además, había recibido una intimación telefónica de un banco santafesino por unos cheques sin fondo que ella nunca había firmado.
El juzgado dio intervención a un juez santafesino y, como medida urgente, ordenó al banco que cerraran la cuenta a nombre de la falsa Viola y exigió copias de la documentación. Al observar la fotocopia del DNI presentado en la entidad financiera, un detalle llamó la atención de los investigadores. El número y los datos eran idénticos a los del documento de la verdadera Viola, pero la foto correspondía a Hernández.
Además de Hernández fueron apresadas otras cuatro personas: Franklin Acuña, Ida Barreda, el oficial José Raffo y Leonardo Pérez. Todos ellos fueron excarcelados, aunque aún no fue resuelta su situación procesal. Acuña y Barreda se presentaron en este diario diciendo que habían obtenido la falta de mérito, lo cual fue desmentido ayer tanto por fuentes del juzgado como por el propio abogado defensor, Germán López.

Especialistas en defraudar
La investigación determinó que la banda no sólo usurpaba identidades sino que también se dedicaba a otras estafas. El mecánico Daniel Cammertoni, de barrio Belgrano, denunció así que sus datos personales habían sido utilizados para solicitar un crédito.
Otra maniobra quedó en descubierto cuando un hombre intentó comprar muebles con un cheque falso a nombre de la firma Ganado Remate, una consignataria de hacienda.
La vendedora de la mueblería consultó en el banco y le dijeron que el número de chequera era el que estaba en vigencia y que había fondos suficientes, pero la compra importaba un monto muy grande y la empleada sospechó. Entonces consultó con el contador de la firma, que tenía en su poder la verdadera chequera y quedó atónito ante la pregunta. Por este caso fue detenido un peluquero de apellido Franciscone, quien habría emitido otro cheque para pagar el alquiler y está sospechado de tener alguna vinculación con los otros imputados.
Una nueva denuncia se agregó al expediente cuando un matrimonio perjudicado por la organización leyó el nombre de Franklin Acuña en una nota de La Capital en la que se informaba su detención. Según los denunciantes, el hombre se hizo pasar por ingeniero agrónomo y suscribió con ellos un contrato de leasing.
El hombre les financió un emprendimiento a largo plazo y, como garantía, retuvo las escrituras de nueve establecimientos agrícolas. El problema es que el estafador desapareció y nunca devolvió las escrituras. La pareja todavía ignora qué pasó con ellas y, sobre todo, si fueron presentadas como garantías.
Lo cierto es que, además de estos casos concretos, existen múltiples actividades realizadas con documentación apócrifa que hoy son investigadas por la Justicia. Así, por ejemplo, existirían oficinas -una de ellas en pleno centro- encargadas de "gestionar" créditos: justifican ingresos, consiguen garantías, y "fabrican" la solvencia del interesado. Todo con datos y comprobantes falsos o adulterados.

Cómo operan los estafadores
"Todos los medios son válidos. Obtienen fotocopias de escrituras, emiten recibos de sueldos para acreditar ingresos, escanean facturas de luz, impuestos, arman toda una carpeta y después arman una identidad para una persona. Hay DNI hechos con escáner, otros son extraviados, y otros robados. Hay todo un mercado desde que se roba una cartera", apuntó una fuente.
Para obtener un crédito los estafadores "dan un número de teléfono y dicen que es el de su trabajo, pero es mentira. Cuando llaman para consultar, una persona dice «sí trabaja acá, tiene tanta antigüedad»", reveló el informante. "El problema es que las entidades que otorgan créditos no son muy exigentes. Hoy los entregan con fotocopia del DNI y recibo de sueldo", agregó.
Además brindó un dato alarmante: algunas inmobiliarias utilizan las copias de las escrituras presentadas por los garantes para efectuar los fraudes. "Te devuelven el original, pero a partir de la fotocopia pueden hacer 20 mil copias más. Una persona se hace pasar por vos, firma garantías, y cuando querés acordar sos garante en 20 o 30 lugares. Para colmo el inquilino lo sabe y no paga el alquiler. También las usan para acreditar solvencia y para sacar tarjetas de créditos", enumeró.
En tanto, en el mismo juzgado hay por lo menos ocho casos más de usurpación de identidad, aunque aún no pudo establecerse si corresponden a una o varias organizaciones.



La denuncia de Laura Rondano fue la punta del ovillo.
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