Roullon al 4100

Denuncian robos y piden más presencia policial

Vecinos de la zona sudoeste reclaman la instalación de un destacamento para "combatir los delitos"

Un grupo de vecinos de la zona sudoeste de la ciudad se quejó de la creciente ola de robos que se están registrando en el barrio en los últimos meses y reclamó la instalación de un destacamento policial para "combatir los delitos".
Los damnificados viven en un barrio de chalés de similares características inaugurado hace un año. El barrio, integrado por unas cien casas, está situado en Rouillón al 4100.
El último atraco ocurrió en la noche del pasado 15 de enero. La víctima, Miguel Angel Devoto, de 41 años, bajó entonces del colectivo 125 y comenzó a caminar las cinco cuadras que lo separaban de su casa de pasaje 1834 al 4100. Cuando llegó a Rouillón al 3900 fue abordado por dos jóvenes.
"Aparecieron dos muchachos drogados en bicicleta. Pensé que me hacían una broma. Pero enseguida uno de los chicos sacó un arma mientras el otro se bajó (del rodado). Me sacaron la agenda, porque creyeron que era la billetera, y 300 pesos que tenía en el bolsillo", explicó Devoto.
La esposa del vecino, que trabaja en un sanatorio céntrico, ese día había cobrado la mitad de su sueldo y le había entregado el dinero por temor a que la asaltaran. Devoto también se quejó por la demora en la frecuencia de la línea 125. "Los colectivos tardan entre cuarenta minutos y una hora. Además tenemos que caminar varias cuadras porque no entran al barrio. Hablamos con un funcionario de la Dirección municipal de Transporte, pero hasta ahora no obtuvimos respuesta", aseguró.
Devoto también se dirigió a la comisaría 19ª para plantear la falta de seguridad. La respuesta del entonces jefe de la seccional, comisario principal Gabriel Accurso, fue curiosa. "Me dijo que la única solución era poner un tanque de guerra en la zona porque solamente tenía cuatro agentes para recorrer la jurisdicción", afirmó.
El hijo del denunciante, Ezequiel Darío, de 17 años, también fue asaltado un año atrás en el mismo lugar. "Le tiraron tres puntazos para robarle, pero como es karateca, no pudieron lesionarlo". Igual suerte corrió un amigo del joven, de 15 años, al que golpearon para robarle la bicicleta.
Todos los vecinos coincidieron en señalar que todos los atracos se registraron en el mismo lugar: un parrillero que está instalado en un complejo Fonavi situado en Rouillón al 3900. Además sostuvieron que los ilícitos los comete un grupo de adolescentes, que escapan por un "descampado en dirección al barrio Hipotecario".
Otro de los damnificados es Enrique González, de 32 años. Trabaja en una cervecería y también llegó al barrio hace un año. "Iba a comprar un disco de empanadas con sesenta centavos cuando en esa esquina (Rouillón al 3900) aparecieron dos pibes que me apuntaron con un arma. Les di las monedas y un campera de lana que tenía puesta", comentó.
Bibiana Oddi también relató "el mal momento que le tocó vivir" cuando "venía de trabajar a la una y cuarto de la tarde. Traía la cartera cruzada sobre el hombro cuando me agarraron de la espalda pero yo les clavé las uñas. Como no les quise dar el bolso, me empezaron a dar patadas hasta que se convencieron que no tenía dinero. Entonces me pidieron las sandalias".
Bibiana, en medio de los insultos de los asaltantes, les entregó el calzado, pero los ladrones también se habían apoderado de la llave de su casa y no querían devolvérsela. Las súplicas de la mujer y la intervención de un vecino ablandaron a los ladrones y Bibiana recuperó la llave.