A pesar de que el responsable de la Empresa Provincial de Energía (EPE) en Rosario, Sebastián Chiola, había asegurado el 27 de diciembre pasado que no habría cortes durante el período estival, la experiencia de los usuarios indica lo contrario. Más allá de las inclemencias del tiempo -grandes tormentas que afectan el suministro de energía por caída de árboles, roturas de cables o salida del servicio de subestaciones-, cada día y noche cientos de clientes de la EPE dan cuenta de problemas con el servicio. Y ayer no fue la excepción. Un corte de luz afectó desde la madrugada a una vasta zona comprendida por las calles Ayacucho, Batlle y Ordóñez, San Martín y Circunvalación. El desperfecto se produjo pasada la medianoche por una falla en un cable subterráneo. Las cuadrillas pudieron comenzar con la reparación recién a partir de las 7, y los vecinos tuvieron que esperar hasta las 14 para tener nuevamente luz. "Comparativamente con años anteriores la empresa está funcionando mejor, más allá de los problemas puntuales, no se puede hablar de catástrofe", se defendió ayer el funcionario. Con el mismo tenor subrayó que sus declaraciones en diciembre preveían "estas situaciones menores". Para reforzar sus argumentos Chiola recordó que hace dos veranos los rosarinos debieron soportar cortes rotativos durante casi toda la temporada. "En esos momentos, durante diez o doce horas, media ciudad estaba sin luz", acotó. Sin embargo, admitió que "todavía el servicio no es todo lo eficiente como querríamos ofrecer al conjunto de la población". Según Chiola, las estadísticas que se manejan en la empresa indican una disminución en los reclamos respecto de años anteriores, aunque aclaró que los resultados finales se verán a fin del verano. Sin embargo, vecinos de diversos barrios sufren diariamente cortes de luz. El martes a la noche hubo apagones en barrio Alvear y en barrio Parque por varias horas. También a principios de este mes a raíz por la salida de servicio de dos subestaciones quedaron durante varias horas sin energía aproximadamente 40 mil clientes de la empresa. Y ayer, además del corte en barrio de la Carne por desperfectos en la red de media tensión, se dieron las cotidianas dificultades en las de baja. "Son problemas puntuales provocados por las altas temperaturas, situaciones que pueden ocurrir en cualquier red eléctrica, sobre todo en el tendido de baja tensión. De ninguna manera podemos hablar de una catástrofe", insistió el funcionario. Chiola admitió que cuando la empresa "mete la pata" y provoca roturas de electrodomésticos reconoce el daño a los usuarios y se los abona. Sin embargo, en caso de cortes o apagones la firma nunca descontó de las facturas las horas en que los clientes no recibieron el servicio. "No existe marco jurídico que regule la calidad del servicio", indicó. Y en el mismo sentido añadió que sí está contemplado que la futura concesionaria de la EPE se haga cargo de resarcir o devolver los montos de dinero por las horas no brindadas del servicio.
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