| | Protestas en seis cárceles Más de dos mil presos en huelga de hambre en reclamo de menores penas
| Buenos Aires.- La huelga de hambre iniciada el lunes por un grupo de presos del penal de Villa Devoto, en reclamo de conmutación de penas, se amplió ayer a otras cárceles del país, y ya suman más de 2000 los que adhieren a la medida. El subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, del ministerio de Justicia de la Nación, Alvaro Ruiz Moreno, confirmó que del total de 7244 presos en las cárceles del Servicio Penitenciario (SPF) del país "hay 2120 en huelga de hambre". El funcionario detalló que hasta anoche "unos 1600 internos están adheridos en Devoto", 183 en General Roca (Río Negro), 33 en la cárcel de mujeres de Ezeiza, 28 en Santa Rosa, La Pampa, 27 en Rawson (Chubut) y 38 en el complejo Federal de Marcos Paz (provincia de Buenos Aires)". "El gobierno recurrirá a la persuasión para que se entienda que no hay ningún margen de negociación", sostuvo el secretario General de la Presidencia, Horacio Jaunarena, al término de la reunión de ministros que se llevó a cabo en la Jefatura de Gabinete. En el mismo sentido se había pronunciado a las pocas horas de comenzada la huelga el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, quien en diálogo manifestó que se trataba de "disuadir a los reclusos para que dejen si efecto la medida". Pero los detenidos parecen no estar dispuestos a ceder. En distintas notas que hicieron llegar a los medios de prensa desde las ventanas del penal manifestaron que la medida continuará "hasta las últimas consecuencias". "Vamos a continuar con la huelga de hambre hasta el próximo 5 de febrero. Si en esa fecha no hay novedades vamos a comenzar con una huelga seca, no vamos a tomar ni siquiera agua", manifestaron los presos alojados en el pabellón siete. La protesta comenzó anteayer a la mañana cuando presos de los pabellones 2, 5, 7, 8, 10, 11 y 13, de las plantas dos y tres del penal, se negaron a recibir el desayuno y colgaron en las puertas de ingreso a sus sectores carteles con la inscripción "huelga de hambre", "rebaja de penas" y "hasta las últimas consecuencias". Según informaron fuentes de la Secretaría de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, para el mediodía la medida incluía a 950 detenidos que se negaron también a almorzar. Los motivos de la medida empezaron a esclarecerse en la tarde de ayer, cuando los reclusos hicieron llegar al ministerio de Justicia un petitorio con sus reclamos, centrados básicamente en conmutaciones y rebajas de penas, según confirmó el titular de la cartera. "El gobierno apunta a respetar el régimen legal y penitenciario y a resguardar los intereses y la integridad de todas las personas", remarcó De la Rúa, quien detalló que su ministerio dispuso "el alerta en todos los establecimientos del país", una disposición habitual en este tipo de conflictos.
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