Santiago. - El ex dictador Augusto Pinochet negó ante el juez especial Juan Guzmán haber ordenado las 75 ejecuciones que concretó a fines de 1973 la Caravana de la Muerte, endilgando esa responsabilidad a cada jefe de las divisiones del ejército donde se registraron los crímenes.
Según la información entregada por la radio Bío Bío en base a testimonios de fuentes con acceso exclusivo a la diligencia efectuada ayer en la mañana, Pinochet aseveró: "Yo no ordené matar a nadie", al ser consultado por la causa por la que está siendo investigado y que originó su desafuero en agosto del año pasado.
Esta habría sido una de las respuestas más importantes que entregó el anciano militar retirado al cuestionario de preguntas a que se le sometió en su residencia particular y que habría contestado de manera breve pero comprensible.
Al ser interrogado sobre si tuvo conocimiento de las ejecuciones sumarias de prisioneros que concretó la comitiva militar -que estuvo al mando de su oficial de confianza, general Sergio Arellano Stark-, el ex dictador dijo que no, pero reconoció que mucho tiempo después vino a saber de esos hechos.
Las declaraciones contrastan con sus afirmaciones cuando era máximo líder de su país, en el sentido que "en Chile no se mueve una hoja sin que yo no lo sepa", palabras que usaron los querellantes para responsabilizarlo de los actos de la Caravana de la Muerte" Además señalaron que una institución vertical como el Ejército tiene una cadena de mando cuya mayor jerarquía era Pinochet.
De acuerdo a la versión radial, el desaforado senador vitalicio respondió que no ordenó investigar esos crímenes y secuestros ya que esa tarea era competencia de cada comandante en jefe de las divisiones de ejército donde se registraron los hechos, a quienes responsabilizó de esas mismas muertes.
En tanto, según radio Cooperativa de Santiago, Pinochet se habría allanado a reconocer que sí supo de casos de detenidos desaparecidos bajo el régimen militar que encabezó (1973-90), pero sin entrar en detalles.
Muy cansado
La hija menor del general, Jacqueline, afirmó que al término del interrogatorio vio a su padre "bastante cansado... desde septiembre a hoy día ha tenido un deterioro súper grande. Le cuesta caminar, se cansa, tiene un problema en la tráquea, entonces se atora". Versiones periodísticas no confirmadas ni desmentidas señalan que el veterano general habría respondido unas 15 preguntas del cuestionario de 75, esgrimido por el juez Guzmán.
Afuera, un fuerte dispositivo policial impidió que la prensa se acercara a la casa, mientras medio centenar de seguidores de Pinochet agitaba pancartas con leyendas como "Lo apoyamos hasta el final", "No al juicio militar", "Lo partidarios de la paz somos más", "Siempre recordado, jamás olvidado".
El abogado querellante Eduardo Contreras señaló que "de los trascendidos, lo que sabemos es que la diligencia legalmente ha sido cumplida, agotada y terminada, no habrá nuevos interrogatorios. Esto habilita a los abogados para solicitar, seguramente en las próximas horas, el procesamiento de Augusto Pinochet".
Lo cierto es que Pinochet compareció ante Guzmán y respondió las preguntas, con lo que se dio por cumplido el trámite que constituye un requisito ineludible a efectos de proceder al procesamiento del senador vitalicio, considerando que el ministro ya ha decidido que existen presunciones fundadas sobre su culpabilidad.
Guzmán inculpó a Pinochet por el asesinato de 57 opositores y el secuestro de otros 18 a manos de la Caravana de la Muerte, un grupo militar enviado a cuatro ciudades que ejecutó a numerosos prisioneros políticos. El magistrado ya procesó a Pinochet a comienzos de diciembre por los 75 asesinatos atribuidos a la caravana, pero la Corte Suprema anuló el proceso porque faltaba el interrogatorio que se efectuó ayer.
Lagos, conforme
El presidente Ricardo Lagos destacó el cumplimiento de la afirmación del gobierno de que Pinochet podría ser juzgado en Chile. "Esto demuestra que los chilenos sabemos hacer las cosas bien. Cuando todo Chile dijo en su momento que esto no se iba a hacer en Chile, hoy en día se está haciendo. Es un país organizado respecto al cual todos, humildes o poderosos, responden ante los tribunales", declaró Lagos.
Pinochet, de 85 años, estuvo bajo arresto domiciliario en Londres durante 503 días a petición del juez español Baltasar Garzón. El gobierno chileno demandó su liberación aduciendo razones médicas y asegurando que podía ser procesado aquí. La demencia o locura son los únicos eximentes de juicio contemplados en el Código Penal chileno.
La indagatoria se realizó en medio de una fuerte polémica desatada la víspera, luego que uno de los médicos que examinaron neurológicamente y mentalmente a Pinochet dijo que el resultado de las pericias fue alterado. Siete de los especialistas firmaron un documento en el que afirman que Pinochet sufre "demencia vascular subcortical moderada", pero el neurólogo designado por los querellantes, Luis Fornazzari, dijo que las conclusiones fueron modificadas porque el diagnóstico convenido era el de "demencia de leve a moderada".
Este tipo de demencia afecta la memoria a corto plazo, el razonamiento y los juicios, entre otras alteraciones, pero no implica locura. La diferencia entre una demencia leve a moderada a una simplemente moderada puede significar el sobreseimiento de Pinochet, cuestión que resolverá Guzmán.