| | Cuando ellos se embarazan
| Hay hombres que están llamados a padecer de ciertos trastornos que sufren las mujeres embarazadas. No es un fenómeno común, dice la doctora y psicoanalista mexicana Olivia Tena, del Instituto de Salud en Morelos, pero se sabe de hombres que han confesado haber padecido algún mareo o náusea durante el embarazo de su esposa. Aun cuando no hay estudios profundos y sistemáticos sobre este fenómeno y se lo vincula más con un proceso psicológico que biológico, lo cierto es que diversas universidades de Estados Unidos están estudiando los efectos de las feromonas en el cuerpo humano. Tena insiste en que se trata de una especie de "sugestión" que lleva a los hombres a tener esos síntomas y, en varias ocasiones, los llegan a presentar aunque la mujer no los tenga. En los estudios de pareja que la psicóloga Tena ha realizado en el Instituto de Salud, se interpreta como una "sustitución de síntomas", es decir, en lugar de que los malestares sean presentados por la mujer, los presenta el hombre. Un dato curioso, reporta la especialista, es que no es necesario ser el padre del futuro hijo, ni siquiera es necesario que el varón sea pareja de la mujer para tener los síntomas. En sus estudios de caso, comenta, "una mujer y su hermano reportaron haber experimentado este fenómeno". Dicha mujer estaba embarazada por inoculación de semen, es decir, su esposo no era el padre biológico, comenta la psicóloga. El esposo trabajaba todo el día y su relación con la esposa era más bien lejana. El hermano vivía con ellos, y éste y la mujer tenían la característica de que eran hermanos bicigotos, es decir, mellizos; su relación fraterna era muy cercana. El tuvo todos los síntomas "convencionales" de un embarazo y ella no. El hecho de que fueran mellizos es determinante, apunta Olivia Tena: había una plena identificación con su hermana y, por lo tanto, sentía como ella. Desde la ciencia Para Gustavo Lonngi, profesor-investigador de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, que los hombres lleguen a tener estos trastornos, sobre todo en los primeros tres meses de gestación, se debe fundamentalmente a las feromonas que las mujeres emanan. El ser humano, comenta Lonngi, cuenta con una estructura en la nariz , a través del cual percibe las feromonas. Cuando la mujer está embarazada, el hombre puede llegar a percibir esta sustancia y provocar diferentes estímulos en su cuerpo, como mareos, náuseas e incluso los llamados "antojos". Incluso cuando el proceso de "sustitución de síntomas" está en período de estudio, Lonngi afirma que no todos los hombres llegan a presentarlo, dado que cada individuo tiene características de sensibilidad diferentes. Percibir las feromonas tiene que ver también con la integridad de la mucosa nasal; ésta debe estar sana, sin procesos inflamatorios causados por gripes o rinitis, para que el efecto estimule las sustancias químicas que provocan las respuestas somatizadas como son las del apetito o la náusea. Respecto de los sentidos, el del olor es uno de los más desarrollados por los seres humanos y a través de él se pueden activar sistemas como el nervioso, cuyos mensajes viajan, de un lado al otro del cuerpo, a velocidades de hasta 90 metros por segundo, finaliza Lonngi.
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