Lejos del agreste y calmo paisaje de la localidad cordobesa de La Cumbre, Rosario Central regresó a su hábitat natural para proseguir con los trabajos de pretemporada, que indefectiblemente desembocarán en la primera gran cita del año, la del 7 de febrero en Barranquilla, en el debut canalla en la Copa Libertadores de América frente a Junior. Claro que antes de ese encuentro, los auriazules realizarán algunos amistosos, entre ellos el de mañana ante Central Córdoba.
Como el trabajo fue muy exigente en territorio cordobés y recién ayer los jugadores pudieron volver a tener contacto con sus seres queridos después de diez extenuantes jornadas, el plantel trabajó sólo por la tarde en la ciudad deportiva de Granadero Baigorria con tareas muy livianas.
Trote alrededor del predio, juegos con pelota en parejas y picados informales en equipos de seis jugadores fueron las postales del entrenamiento que hoy se intensificará, ya que las tareas serán en doble turno en el mismo sitio, y Bauza hará hincapié por la tarde en las cuestiones tácticas a aplicar durante el amistoso de mañana ante los charrúas, en el Gigante de Arroyito a partir de las 18.
La idea de Bauza será jugar dos encuentros informales de tiempo reducido para que el equipo vaya agarrando ritmo. Y el Patón remarcó que "será una buena prueba porque ellos (Central Córdoba) siempre juegan estos amistosos a muerte y a nosotros eso nos viene bien".
El Patón quiere intensificar los trabajos futbolísticos y por eso ya tiene previsto jugar el sábado, se concrete o no el partido ante Nacional de Montevideo (ver aparte). Si el viaje a Uruguay se cancela, los canallas podrían jugar ante Colón, pero si también ese encuentro se cae, Bauza hará disputar un partido entre titulares y suplentes.
Además, ya está confirmado que el viernes 2 de febrero Central enfrentará a Unión en el Gigante de Arroyito, en el último amistoso antes del choque con Junior de Barranquilla.
Canals trabajó aparte
El defensor charrúa Ricardo Canals fue el único que trabajó en forma diferenciada y luego de un trote más exigente fue revisado por el médico Francisco Campillo, quien dio su conformidad a la evolución que viene registrando el uruguayo de su operación de talón de Aquiles. El propio defensor aclaró que trabaja "para estar en el debut ante Junior", pero si no se siente al "al nivel de mis compañeros, esperaría uno o dos partidos más para retornar. No quiero apresurarme".
En tanto, el volante oriental Líber Vespa entrenó a la par de sus compañeros tras recuperarse bien de un cuadro gripal y de una torcedura de tobillo sufrida en la pretemporada, lo mismo que Laureano Tombolini, quien el último día en La Cumbre sufrió una molestia muscular.