Experiencia le sobra. Tato García es uno de los pocos jugadores que no se limitan a demostrar sus habilidades dentro del perímetro de juego sino que además son agudos observadores del mismo. Compenetrado con el tema, el doctor García dio su diagnóstico de las posibilidades, los pro y los contra del equipo argentino y de los candidatos para este Mundial de seven. -Para vos, ¿qué equipos son los candidatos? -Creo que los de todos: Nueva Zelanda y Fiji son casi los números puestos, pero también hay que tener en cuenta a equipos como Sudáfrica, Australia, Inglaterra o Francia que pueden dar alguna sorpresa. -¿Y Argentina? -Yo creo que en Argentina la localía va a influir muchísimo sobre todo en el estado anímico, no sólo en los jugadores argentinos sino también de los rivales. También es fundamental como actúen Los Pumas tanto en la faz defensiva como en el trabajo en equipo. Argentina tiene lo mejor. Va a ser un lujo ver a Agustín Pichot jugar con más espacios pero no tiene que dar vuelta todo en torno a él. Va a ser clave para que Argentina rinda y tenga buenos resultados, que logre un gran funcionamiento colectivo. Si el equipo no encontró el juego en los días previos al Mundial creo que la cosa va a ser muy difícil. -¿Por qué, dónde centrarías las diferencias? -La desigualdad con los equipos de afuera se da primero por la condición atlética que ellos tienen. A ellos se les hace más fácil hacer los tries. Nosotros necesitamos más pases, más carrera y más gente, ellos con un jugador desequilibrante hacen la diferencia. Por eso digo que el funcionamiento colectivo va a ser clave. -En el caso de que Argentina avance encuentra en su camino a Nueva Zelanda, que tiene entre sus filas a Jonah Lomu. Vos tuviste la oportunidad de jugar en contra de él. ¿Cómo se hace para frenar un hombre de sus características? -Jugar con él fue toda una experiencia... Por un lado grata, pero a la vez creo que todos teníamos terror cuando agarraba la pelota. Pienso que no hay que dejarlo correr. ¿Cómo pararlo? Hay que sorprenderlo con un tackle para que no tome carrera y así consiga los huecos. Es muy difícil porque, además de ser un jugador grandote y pesado, es potente, rápido y aparte sabe usar los espacios. Es ágil. Creo que hay meterle marca con mucha presión y agobiarlo para que no tenga tiempo a decidir, pero no hay que olvidarse de los otros seis. Hubo tres partidos que Argentina jugó con Nueva Zelanda y le metió muchísima presión y eso a ellos, como a cualquier otro equipo, los complicó.
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