Tras 21 años la moda iraní volvió a las pasarelas

Las mujeres iraníes volvieron a las pasarelas en Teherán al participar anteayer del primer desfile de modas realizado después de 21 años de estricto conservadorismo islámico. De este modo, la novedosa presentación de las mujeres iraníes añadió un ingrediente más al conflicto político que mantienen conservadores y reformistas desde hace tres años por el control del poder.
Sobre una larga pasarela situada en el Palacio de Exposiciones de la capital iraní, unas 16 mil jóvenes vieron desfilar una amplia colección de vestidos y diferentes tipos de shador (velo con el que las musulmanas cubren el cabello y parte del rostro) en la que la nota más destacada fue la introducción del color y los tonos cálidos.
A pesar de la concesión que supuso este espectáculo, vedado a los hombres según ordenan las leyes islámicas chiítas de Irán, a la pasarela iraní no se subió ninguna de las conocidas modelos internacionales, consideradas por las autoridades iraníes "una de las encarnaciones del pecado".
Varias decenas de jóvenes locales presentaron una serie de colecciones de galabeyas (vestidos hasta los tobillos) de seda y algodón en tonos crema ribeteados con hilos dorados y plateados, lo que supone una gran novedad en la vestimenta femenino iraní, donde hasta hace poco se permitía sólo el negro.
En el shador, la principal innovación fue su colocación retrasada hacia la nuca, dejando entrever el pelo, lo que se convirtió en los últimos tiempos en una provocativa costumbre en las calles de Teherán, atacada por los sectores más conservadores del régimen.
Este primer desfile se realizó en el marco de los enfrentamientos entre las fuerzas más conservadoras y el gobierno de Mohamed Jatamí, quien llegó al poder en 1997 con promesas de libertad y apertura al exterior, apoyado por mujeres y jóvenes.