| | Intento de robo en Ameghino y España Un ladrón le pegó un tiro a un comerciante
| Un comerciante resultó herido en los genitales al resistirse a un robo en su negocio de la zona sur, cuando se armó con un machete para ahuyentar a los ladrones y uno de ellos respondió con un disparo de un revólver calibre 22 que le atravesó los testículos. La herida no lo intimidó: se trabó en lucha con el asaltante que estaba desarmado y finalmente los intrusos huyeron sin consumar el robo. El hecho ocurrió la tarde del sábado alrededor de las 18.15, en el local Marvil Electricidad, de Ameghino y España, cuando al frente del negocio estaba uno de sus dueños, Ramón Emilio Villar, de 54 años. "Yo atiendo el negocio a puertas cerradas. Cuando viene algún cliente, toca timbre y lo atiendo. Y cuando no me gusta la cara, no lo atiendo. Pero estos dos muchachos no representaban nada sospechoso. Entonces les abrí la puerta", comienza a relatar Villar desde una cama del Hospital Clemente Alvarez. Los asaltantes -dos jovencitos de unos 20 años- simularon ser clientes y le pidieron a Villar que les vendiera unas lamparitas. Pero en cuanto el comerciante les franqueó el acceso, revelaron sus verdaderas intenciones. "Quedate piola y dame la plata", fue la orden que escuchó el comerciante, que entonces estaba de espaldas a los delincuentes. "Cuando me doy vuelta veo que uno saca un arma. Entonces yo manoteo un machete que tengo, de madera, y ahí fue cuando me tiró el tiro". El proyectil calibre 22 atravesó los genitales del comerciante, pero éste no se dio por vencido y empezó a pegarle al otro ladrón, que iba desarmado. Mientras forcejeaban, el asaltante que portaba el arma salió en defensa de su cómplice y efectuó otros dos disparos, que impactaron en la pared. Acto seguido, los dos ladrones escaparon del lugar sin llevarse ni un centavo. "Yo me resistí un poco, pero lo que menos pensé es que me iban a tirar un tiro", confesó Villar, que se encuentra fuera de peligro y pasará cuatro días internado. "Cuando me dispararon no sentí nada, un leve ardor nada más", detalló. No es la primera vez que asaltan el negocio, instalado hace un año y dedicado a la venta de materiales eléctricos y al arreglo de electrodomésticos. "Ya habían robado tres veces cuando estaba mi socio. Una vez tiraron al suelo a los clientes y a mi socio. Se llevaron toda la plata que había. Desde entonces trabajamos con la puerta cerrada. Ahora también vamos a tener que cerrar la persiana, así no entra nadie", reveló Villar. A pesar del disgusto, el comerciante se permitió alguna que otra broma: "Mi vida nunca estuvo en peligro. En todo caso, lo que estuvo en peligro fue la vida de mi futura descendencia", ironizó Villar.
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