La alemana Jutta Kleinschmidt (Mitsubishi) se adjudicó ayer el raid París-Dakar en la prueba de coches y se convirtió en la primera mujer en la historia de la competición que llega victoriosa a las playas del lago Rosa de la capital senegalesa. En tanto, el italiano Fabrizio Meoni (KTM) se quedó con la prueba de motos, escoltado por sus compañeros de equipo, el español Jordi Arcarons y el chileno Carlo de Gavardo. El triunfo de Kleinschmidt se cristalizó el sábado después de que los comisarios de la carrera sancionaran con una penalización de una hora al hasta entonces líder, el francés Jean Louis Schlesser, y al español José María Serviá, segundo en la general, por conducta antideportiva. La piloto alemana, la única que a lo largo de la historia del Dakar había sido capaz de lograr victorias de etapa -lo hace desde 1997-, alcanzó ayer la gloria máxima en la prueba automovilística más dura del mundo. En la penúltima etapa Schlesser y Serviá fueron penalizados con una hora por los comisarios de la carrera, quienes consideraron que su comportamiento había sido antideportivo. Esa decisión situó a Kleinschmidt como líder inesperada de la carrera a falta de una sola jornada, con únicamente 25 kilómetros de especial. La alemana, que figuraba en la clasificación general a 41m 58s de Schlesser tras la jornada del sábado, pasó a encabezar la carrera con unos tres minutos de ventaja sobre su compañero de escudería y anterior líder, el japonés Masuoka. Experto y curtido en mil batallas y triunfador de las dos últimas ediciones, Schlesser trató de ser más listo que Masuoka en la penúltima etapa, pero le salió muy caro ya que debió soportar la penalización estipulada por las reglas para quien sale a una especial antes de lo establecido. Así lo hizo el sábado para tratar de recortar la ventaja de poco más de cinco minutos que tenía Masuoka al final de la etapa del viernes. Por su parte, el japonés, que temía lo peor, salió en busca de sus rivales para evitar la sorpresa, pero en su intento desesperado por alcanzarlos perdió los nervios, buscó una pista paralela y acabó rompiendo el tren trasero, lo cual lo obligó a detenerse por casi una hora para reparar su coche. No obstante, los comisarios consideraron que el comportamiento de los dos hombres del equipo Schlesser había sido antideportivo y decidieron sancionar a ambos con una hora de retraso, lo que entregó el triunfo en bandeja a Jutta Kleinschmidt, que este año había ganado la novena etapa. Finalmente, Kleinschmidt se llevó la victoria, por delante del japonés Masuoka, que acabó a 2 minutos y 39 segundos, y del propio Schlesser, que lo hizo con una desventaja final de 23m 29s. En tanto, Serviá arribó cuarto, a más de dos horas de la cabeza, mientras que el portugués Sousa llegó quinto y el francés Jean Pierre Fontenay, sexto. En la etapa de ayer, Schlesser y Serviá compartieron el primer lugar, mientras que la ganadora de la prueba llegó en la cuarta ubicación. Menos problemática fue la prueba de motos, ya que Meoni llegó a la punta en la décima etapa, la última antes de la jornada de descanso, al aprovechar el abandono del ganador de las dos últimas ediciones, el francés Richard Sainct (KTM), y del español Joan Roma (BMW). A partir de ahí las cosas fueron relativamente fáciles para Meoni, ya que las órdenes del equipo KTM impedían a sus compañeros atacarle, por lo que se limitaron a esperar una falla mecánica o una caída que al final no se produjeron. La victoria en la última etapa la compartieron el italiano Giovanni Sala y el finlandés Kari Tiainen, ambos con KTM, que arribaron por delante del francés de Honda Eric Aubijoux. Por su parte, Meoni llegó quinto, Arcarons, sexto, y el chileno De Gavardo concluyó séptimo.
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