Dos policías heridos, uno por las llamas y otro por la picadura de una serpiente, se sumaron a las consecuencias de unos cuatro incendios que por estos días se mantienen activos en La Pampa. Desde el gobierno provincial advirtieron que la situación vuelve a "tornarse crítica" en la zona afectada por la sequía y anunciaron que las brigadas de lucha contra el fuego combaten cuatro frentes en distintos puntos del territorio pampeano.
En cercanías de la localidad mendocina de Bowen, a unos 100 kilómetros del límite con La Pampa, el fuego cortó anteanoche el tránsito de la ruta nacional 188 durante más de seis horas.
Mientras tanto, los incendios rurales dejaron dos nuevos heridos, el suboficial Ramón Oscar Mussa y el agente Raúl Ibarra, quienes permanecen internados en General Acha. Mussa fue mordido por una víbora yarará mientras intentaba controlar un incendio que se desató anteayer en la zona rural de Ataliva Roca y sufrió una notable descompensación física que obligó a su atención en el hospital Padre Angel Buodo, de General Acha.
El policía precisó ayer que en las últimas horas de anteayer estaba haciendo un contrafuego sobre la ruta cuando sintió "como si una brasa me quemara el tobillo". Sin embargo, no se percató de que había sido atacado por el ofidio sino hasta que, un rato después, comenzó a sentir los calambres que subían desde su afiebrado pie derecho.
En tanto, el agente Ibarra, perteneciente a la División Bomberos de General Acha, se encontraba combatiendo un frente en CuchilloCó cuando un repentino cambio de viento lo dejó a merced de las llamas.
Rodeado por el fuego, el hombre atinó a salvar su vida enterrando su cuerpo en el campo arado, aunque igualmente recibió algunas quemaduras, que obligaron a su atención en el centro asistencia de aquella ciudad. Según el parte médico, Ibarra se encuentra clínicamente bien, con quemaduras leves que sólo afectaron el 4 por ciento de su superficie corporal.
Hasta el mediodía de ayer cuatro focos de incendio continuaban arrasando el oeste pampeano. La situación más crítica se registraba en el departamento Lihuel Calel, en adyacencias de la ruta provincial30, donde una tormenta eléctrica provocó un extenso frente ígneo que amenaza terminar con lo poco que queda sin quemar en esa zona. Una nutrida delegación, integrada por brigadistas pampeanos y de El Bolsón, junto a productores y policías del lugar, intentan controlar el fuego.
Los tres focos restantes afectan establecimientos rurales cercanos a Ataliva Roca, La Adela y Chacharramendi, aunque en todos los casos los siniestros estarían controlados, según aseguró el director de Recursos Naturales de la provincia, Héctor Albera.
Alivio en San Luis
Por otra parte, los bomberos de la policía de San Luis lograron ayer controlar los incendios que se habían iniciado el miércoles pasado en los campos del sur de la provincia. El comisario Jorge Lucero Suárez señaló que se quemaron unas 20 mil hectáreas en la localidad de Varela -ubicada a 130 kilómetros al sur de la capital puntana-, donde los campos no estaban sembrados, pero tienen cinco mil cabezas de ganado, que no fueron afectados por el fuego.
El incendio se originó el miércoles pasado como consecuencia de dos rayos que cayeron en dos potreros de cinco mil metros cuadrados, explicó el jefe de los bomberos quien agregó que se quemaron pasturas naturales, montes, varios miles de metros de alambre y resultó afectada la fauna y flora del lugar.
La Ciudad
