El rebrote del mal de la vaca loca en la Unión Europea generó repercusiones a ambos lados del Atlántico. Mientras en el viejo continente, la crisis abrió una disputa política en los países miembros de la comunidad, en la Argentina el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria dispuso el cierre de las fronteras para la importación de productos de ese origen que contengan carne de vaca, oveja o cabra. Muchos supermercados decidieron levantar de sus góndolas todo alimento sospechado de BSE (Encefalotopía Espingiforme Bovina), adelantándose a las inspecciones de los organismos oficiales. En tanto, la Cancillería y la Secretaría de Agricultura aceleraron la campaña de promoción de la carne argentina en Europa.
| Muchos super retiraron los alimentos sospechados. | | Ampliar Foto | | |
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