La sociedad de los poetas

Presentación de la colección de libros Poesía de Rosario

La edición simultánea de diez títulos de escritores de la ciudad abre un nuevo capítulo en un proyecto iniciado en 1993 en torno a la publicación de una revista

Desde hace algún tiempo se llevan a cabo en distintos puntos de la ciudad de Rosario numerosos de ciclos de lecturas de poesía. El resurgimiento e intensificación de este tipo de actividades, impulsadas por los mismos escritores, tiene su punto de partida en la dificultades que implica la publicación de un libro. Como consecuencia, los ciclos de lecturas aparecen como una de las vías alternativas que les permite poner en circulación la propia poesía. Otra opción es la de agruparse en torno a la edición de una revista, de la que muchas veces surge una editorial de tipo cooperativo que brinda a los autores ciertas facilidades (en especial de tipo económico) para publicar. Ejemplo de ello es la actual revista Poesía de Rosario.
Poesía de Rosario surgió en nuestra ciudad en 1993 bajo la dirección de Guillermo Ibáñez. Desde entonces lleva diez números editados e impulsa un proyecto cultural en torno al cual reúne a un grupo de poetas de Rosario al que se suma la colaboración de escritores del resto del país y del mundo. Además, esta revista se dedica a realizar eventos y publicaciones afines, como el libro "Retratos de Poetas" (1999), con fotografías de sus colaboradores rosarinos, y el disco compacto "Voces de Poetas" (1999), donde los textos aparecen en la voz de sus propios autores.
En la continuidad de ese proyecto, Poesía de Rosario lanzó una colección de libros de poesía integrada por diez títulos. Acontecimiento de gran importancia para la difusión de la literatura que se escribe en nuestra ciudad, la presentación de la misma se llevó a cabo en forma conjunta, a diferencia de las habituales presentaciones individuales.
Integran la colección las siguientes obras: "Entre el deseo y el goce", de Ana María Russo, con prólogo de Alberto Lagunas; "Mientras tanto", de Adrián Bussolini, prologado por Magdalena Aliau; "Historia moral", de Eduardo D'Anna, con prólogo de Inés Santa Cruz; "Luces y sombras", de Jorgelina Paladini, con palabras preliminares de María Nélida de Juano; "El arte del olvido", de Guillermo Ibáñez, prologado por Claudia Caisso; "Riberas del exilio", de Reynaldo Uribe, con prefacio de Eugenio Castelli; "Sobre el arco azul del mundo", de Hugo Sciambrelli, cuyo prólogo estuvo a cargo de Rosa Boldori; "Fragmentos para leer a Santillán", de Armando Raúl Santillán, prologado por Sonia Contardi; "Leña del árbol erguido", de Lisandro González, con prólogo de Ana María Makianich y "Vestigios del asombro", de Eduardo Valverde, con comentarios de Susana Rosano.
La serie lleva en la portada de sus ejemplares un grabado de principios del siglo XX. Esta ilustración remite a las figuras con que están decorados los frentes de algunas de las casas más antiguas de nuestra ciudad. Posiblemente la elección de un dibujo con esas características es una forma de reafirmar el vínculo que Poesía de Rosario mantiene con su entorno. Un vínculo a través del cual el paisaje y la historia de la ciudad se hermanan con el arte y la poesía generadas a partir de ella y en ella, por su gente.
De allí surge el nombre Poesía de Rosario, denominación que pone en evidencia la búsqueda emprendida por este grupo en virtud de constituirse como representativo y aglutinante de la poesía de nuestra ciudad.
Sin embargo, los poemas escritos por sus integrantes tienen como único denominador común el hecho de que forman parte de la obra de quienes habitan una misma región y publican en un mismo sello editor. Cada uno de los poemarios de la mencionada colección posee la singularidad de ser el registro particular de la voz lírica de sus autores, y también de la diversidad de las temáticas elegidas por cada uno de ellos.
Por otra parte, debe destacarse que estos libros cuentan con el prólogo de un crítico literario de reconocido prestigio dentro del ámbito académico rosarino.
El hecho de que la mirada del crítico -considerado como la voz autorizada para opinar sobre literatura- se detenga en la obra de un autor, significa que ese autor comience a ser apreciado como parte de la literatura, como parte de un campo problemático que bien vale la pena de ser estudiado y analizado.
De esta manera, la palabra del crítico literario llega simplemente para confirmar un derecho que la poesía rosarina ya se había ganado por cuenta propia gracias a la tenacidad y a la persistencia de los poetas: el derecho a formar parte de un importante capítulo de la literatura argentina.

Los autores presentaron sus libros en forma colectiva.