José M. Petunchi
El Ruso se sale de la vaina. Se lo nota con unas ganas bárbaras de recuperar el tiempo perdido, de poner manos a la obra y de mirar sólo para adelante. Quince minutos antes de las 18 y con la carpeta bajo el brazo, en medio de la desolada y despoblada Bella Vista, Jorge Ribolzi puso proa a la cancha número 5 para comenzar esta nueva etapa al frente del plantel de Newell's. Tan ansioso se lo vio que fue el encargado, junto a los utileros (Pablo Testa y Pancho Aquilano) y Gustavo Tognarelli, de colocar los arcos para la práctica. Porque como bien coinciden la mayoría, ahora empieza la verdadera pretemporada del equipo.
Pese a que el conflicto se resolvió como las partes pretendían, el Ruso prefiere hacer borrón y cuenta nueva. No quiere mirar atrás, tal vez para no remover heridas. "Ya está, no quiero hablar de si se perdió mucho desde lo físico, lo futbolístico, o del desgaste que tuvimos. Ya está, eso ya pasó", le dijo ayer a la tarde el entrenador a Ovación en exclusiva.
"La tranquilidad la tenemos todos, que es lo más importante", dijo Ribolzi en relación a los días agitados que se vivieron en el Parque en los últimos tiempos, antes de repetir que ahora sólo quiere mirar al futuro. "Son pocos los días que faltan para la iniciación del campeonato y el torneo de verano en Neuquén y hay que aprovechar el tiempo lo máximo que se pueda", argumentó.
Pero si se quiere apuntar a lo que viene, nada mejor que pagar viejas deudas y eso fue lo que hicieron el viernes por la noche en la concentración de Ricardone, minutos después que se juntaron a las once en el complejo La Ilusión, el plantel y el cuerpo técnico. "Esa fue una charla con los jugadores que queda en la intimidad del grupo", justificó el entrenador, al tiempo que reconoció haber quedado satisfecho: "Uno está conforme siempre y cuando esté abierto al diálogo y se trate de sumar".
Los jugadores por su parte, sin entrar en detalles y en demasiadas consideraciones sobre el cónclave, también coincidieron en que la charla fue buena y en que cada una de las partes fijó su posición, pero acordaron en que tendrán que seguir hablando para que la relación siga mejorando.
Teniendo en cuenta que los tiempos se acortan, que como bien dijo el técnico el viernes "en fútbol el tiempo perdido no se recupera jamás" y que Newell's trabajó de manera irregular en los últimos días, el técnico confía en que "vamos a llegar bien, por lógica no de la manera en que hubiésemos pretendido todos, porque teníamos varios partidos amistosos programados y los tuvimos que suspender, pero ahora hay que aprovechar en todo momento el tiempo".
Luego de ocho días de clima muy tenso y de algunos cortocircuitos entre las partes, ayer el plantel tuvo su primer día de trabajo normal, en triple turno. Al decir de los integrantes del plantel y por lo que se pudo observar ayer en el entrenamiento parecen no haber quedado secuelas. Habrá que ver si todos cumplen con su parte del acuerdo.
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La Ciudad
