Año CXXXIV
 Nº 49.001
Rosario,
jueves  18 de
enero de 2001
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Comienza la reunión del gabinete ampliado en Olivos
De la Rúa quiere inyectarle nuevos bríos a su gobierno
El presidente apuesta a mostrar una gestión energizada para comenzar a cambiarle la vida a la gente

Isidoro Gilbert

El presidente Fernando de la Rúa reunirá hoy a todo su elenco de gobierno, de primera y segunda fila, excepto al ministro de Economía, José Luis Machinea, en gira de promoción de los planes del gobierno por Europa y los Estados Unidos.
El encuentro en la Quinta de Olivos fue preparado de apuro, cuando trascendieron reuniones de diversos calibre y nivel para comenzar a pergeñar el camino del oficialismo hacia las elecciones de octubre.
La mala impresión que generó esa información no oficial, publicada el domingo pasado únicamente por La Capital y un diario porteño, encontró como primer crítico de fuste al ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez, quien destacó la inoportunidad de hablar de comicios cuando todavía no se vislumbran para los hombres comunes la posibilidad de recibir beneficios del blindaje y lo que se aguarda de esa cobertura financiera mundial: crecimiento, es decir, empleo.
Estaban pensados dos encuentros: uno que debía analizar hoy las encuestas preparadas conjuntamente por Analogías y Mora y Araujo & Asociados. Son unas 14.000 personas consultadas desde diversos ángulos, no únicamente sus preferencias comiciales, sino su visión del gobierno, el futuro y otros ingredientes. Un cuadro completo que, según fuentes del Ministerio del Interior, estaba anoche listo, pero una profunda cerrazón tapó las conclusiones.
Este encuentro incluía a finos hurgadores de lo que pasa, y aunque fue impulsado por el jefe de la Side, Carlos Becerra (quien hoy llega al país desde España y será el receptor de los números), iba a reunir al ex presidente Raúl Alfonsín; al ministro del Interior, Federico Storani; al secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena; al influyente Enrique Coti Nosiglia y al titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual. "Sólo se suspendió, la haremos pronto", confesó ayer una fuente gubernamental a La Capital.
La otra reunión, un retiro espiritual en Chapadmalal, debía congregar a la plana mayor del gobierno y lo habían tomado en sus manos el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y Jaunarena, quienes quedaron desairados cuando el presidente -una vez que midió su mala reacción- dijo que no a lo que antes había dado su venia.
De la Rúa escuchará hoy a cada uno de los ministros por 20 minutos y les dará algo más que la mitad de ese tiempo para que respondan preguntas de sus pares y las propias sobre un punto crucial: cómo se preparan para enfrentar la etapa post blindaje, y escuchar sugerencias.
Cuando finalice esta ronda, los presentes, más todos los secretarios, subsecretarios y los titulares de los bloques de legisladores de la Alianza, darán a conocer sus visiones. Será -dicen- la parte más dinámica porque el jefe de la bancada de la Cámara baja, Darío Alessandro (Frepaso), moverá el avispero. Trasmitirá, en parte, lo que conversó con su líder partidario el martes por la tarde en la sede de la avenida Callao.
En síntesis, Alessandro hará referencia a la necesidad de superar el déficit de la coalición en cuanto a la reforma política, los cambios que Chacho propone para el Senado, que se centran en la transparencia y reducción de gastos, y quitar del discurso toda mención de candidaturas.
También deslizará la necesidad de mejorar la toma de decisiones por parte del gobierno, teniendo en cuenta que es una coalición y que el Frepaso no quiere ser simplemente el formador del quórum para la aprobación de leyes.
Además, aparecerá en escena la controvertida reforma previsional, donde el frentismo está ahora más cerca de su aprobación. Se trata de convertir el decreto en un proyecto para que puedan introducírsele cambios, pero sin derogárselo previamente, para que un eventual bloqueo en el Senado no deje al gobierno sin esa norma clave en las negociaciones que hubo con el FMI.
El presidente quiere que la de hoy sea una señal -más fuerte que nunca- de que el gobierno está energizado para comenzar a cambiarle la vida a la gente.
En suma: si consigue comenzar a modificar el ánimo popular estará instalando la mejor campaña electoral sin tener que mostrarse en público ansioso por ella.
Por si acaso, los ministros fueron advertidos de que dejen libre la mañana del viernes por si la reunión debe prolongarse.



De la Rúa quiere que el gobierno marche a paso firme.
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