El verano de River Plate no está cargado de arena y sol, sólo de presiones. El conjunto de Núñez sufrió nuevamente dentro y fuera de la cancha. Dentro del campo de juego, con un partido que parecía dominado, a River se le escapó el triunfo ante Racing Club, que otra vez, al igual que contra San Lorenzo, dio vuelta un partido. Perdía 1 a 0 y 2 a 1 e igualó en el último minuto. Las dos ventajas de River fueron por medio de Martín Cardetti. El primer empate de Racing fue de Gustavo Arce y el segundo de Diego Milito. Afuera sufrió de otra manera. Una de las notas salientes de la cálida noche mendocina la dio Américo Rubén Gallego. El entrenador de River se retiró del banco de los suplentes a los 12 minutos de la primera parte, indispuesto por un pico de presión que había tenido en el vestuario minutos antes del encuentro (ver aparte). La primera parte del partido fue decididamente mala. De hecho los fotografos se entretuvieron buscando la foto del banco de River sin Gallego. Después de los 25 minutos el partido se animó, o mejor dicho se animaron los futbolistas de ambos equipos -Racing parecía más incisivo- con un disparo de Canobbio primero y una arremetida de Cardetti. De allí en más, por algunos minutos cambiaron ataque por ataque. Arce, a los 32, con un zurdazo estuvo muy cerca de doblegar a Sala, mientras que a los 33, después de un par de garabatos de Ortega (poco y nada lo del Burrito), quedó habilitado el Chapulín, que definió apurado. A los 35 llegó el gol de River, que no jugaba bien. Una guapeada de Lombardi por el sector derecho finalizó en la puerta del área de Sessa, rebotó en Green y la pelota le quedó servida en la medialuna a Cardetti, que clavó a la carrera un zurdazo espectacular. El justo empate por ese entonces no se hizo esperar. Un córner desde la derecha pasado de Milito, los defensores de River que fueron al primer palo y por el segundo, libre de marcas, definió a los 39 con una media volea cruzada Gustavo Arce. En el complemento, River arrancó mucho más sólido y enseguida lo demostró en el arco de enfrente. A los 8 minutos vino un centro de Astrada contra el área, que en el camino tocó Ubeda en el afán de rechazar pero no hizo más que dejarla en la cabeza de Cardetti, que facturó el 2 a 1. Cuando todo parecía liquidado, en el último minuto, un desenganche de Milito ante la dormida defensa de River terminó en un implecable disparo que superó el lento cierre de Hernán Díaz y Mario Yepes. Racing sigue tranquilo, esperando refuerzos, pero tranquilo. River, en cambio, llegará más presionado al clásico del domingo con Boca y no es poco.
| |