Año CXXXIV
 Nº 49.000
Rosario,
miércoles  17 de
enero de 2001
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Asesinato en Rufino. Los puntos oscuros de una investigación
La causa de la muerte de Natalia es eje de una controversia entre peritos
Luis Petinari sostuvo que la hija de Fraticelli fue estrangulada. Ulises Cardoso puso en duda esa hipótesis

Osvaldo Aguirre

La controversia entre los peritos que intervinieron en la investigación de la muerte de Natalia Fraticelli quedó instalada en el primer plano del caso después que la Cámara de Apelaciones en feria, al confirmar el procesamiento del ex juez Carlos Fraticelli, afirmara que aún son confusos los datos elementales del episodio: cuál fue la causa del fallecimiento de la víctima y en qué momento se produjo.
La discusión se articula en torno a dos informes: el del forense Luis Petinari, del Instituto Médico Legal, quien realizó la autopsia, y el del legista Ulises Cardoso, de la División Criminalística de la Unidad Regional II. El primero sostuvo que Natalia murió estrangulada; el segundo puso en duda ese dictamen y sugirió que se habían producido errores en la interpretación de los signos del cadáver.
En su resolución, la Cámara Penal dispuso que se realizaran los estudios histopatológicos que había pedido Cardoso al juez de instrucción Carlos Risso y que no se realizaron. Según trascendió, el médico de Criminalística solicitó en esa ocasión al magistrado una ampliación de su informe, pedido que habría quedado sin respuesta.
La intervención de Cardoso, por otra parte, sería pedida además por la defensa de Graciela Dieser, quien solicitaría a la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto que le corra traslado al médico para responder un extenso cuestionario referido a la circunstancia de la muerte de Natalia.
Al disponer el procesamiento de Dieser, el juez Risso argumentó que Natalia había sido drogada con Uxen Retard, fármaco medicado para su abuela y que estaba expresamente contraindicado para su caso (padecía una disritmia cerebral polimorfa, con episodios epilépticos), y luego estrangulada. Así podía explicarse la enigmática "expresión de placidez" que los primeros testigos observaron en la chica.
La defensa de Graciela Dieser planteó que Natalia no fue estrangulada y que la rotura del hueso hioides fue producto de las maniobras de la autopsia.

Muerte sin marcas
Esa objeción se apoyó en el análisis forense realizado en la División Criminalística de Rosario, que aportó elementos para cuestionar la hipótesis de estrangulamiento al hacer notar la ausencia de marcas externas en la piel de Natalia, que la Cámara de Apelaciones recordó al pronunciarse sobre la apelación presentada por los abogados de Fraticelli.
Después del cuestionamiento de la defensa de Dieser, el forense Petinari reafirmó su convicción de que Natalia fue asesinada, aseguró haberse percatado de la ausencia de marcas externos y sostuvo que tales signos no se presentan en la generalidad de los casos de estrangulamiento.
Por otra parte, Petinari dijo que dictaminó en base a los indicios internos que presentaba el cadáver: "había grandes infiltrados hemáticos (sangre) en laringe, traquea, lengua y bronquios; lo mismo sucedía en los músculos del cuello y también había una intensa congestión en pulmones, hígado y bazo". También indicó que el hioides es un hueso pequeño y frágil que puede fracturarse durante la autopsia y que informó al juez Risso que "el asta mayor izquierda del hioides estaba rota cuando lo analizamos".
El tercero en discordia en esta discusión fue Enrique Pruegger, perito de parte del juez Fraticelli, quien inspeccionó la casa del juez a fines de junio del año pasado y sorprendió al afirmar que existía una huella de escalamiento en la casa de una vivienda vecina a la de la familia de Natalia. Además, llamó a buscar "un sospechoso que tiene un defecto en el dedo índice de la mano izquierda" en alusión a una supuesta huella encontrada en el entretecho donde el ex juez dijo que guardaba dinero.

Una hora incierta
Si esa observación no tuvo mayor repercusión, otro señalamiento de Pruegger encontraría eco: el perito del juez afirmó que Natalia vivía y se hallaba en coma profundo cuando la vio el médico Hugo Costa, entre las 8.30 y las 8.45 del 20 de mayo del año pasado.
Pruegger se basó en un cálculo establecido a partir de datos del informe de Cardoso, quien indicó que a las 15.30 la temperatura rectal del cadáver era de 31 grados, lo que indicaría que Natalia "murió a las 11.30 porque se pierde un grado por hora en las primeras diez" de muerte.
La autopsia del Instituto Médico Legal estimó que la muerte se produjo a las 4; el informe de la División Criminalística, que pudo haber ocurrido entre las 6 y las 7.
En su declaración testimonial, el médico Costa dijo que al examinar a Natalia su cuerpo estaba "totalmente hipotérmica, es decir fría", contra una afirmación de Graciela Dieser, quien afirmó, con su hija en brazos, que la chica "estaba calentita".
La defensa de Fraticelli planteó que Costa confundió los síntomas de Natalia. Sin embargo, era el médico de la familia y trataba desde hacía tiempo a la chica.
En su pronunciamiento de anteayer, la Cámara de Apelaciones aclaró que se excusaba de tratar la cuestión de la causa de la muerte porque no había sido planteada a tratamiento por la defensa de Fraticelli. Sin embargo no pudo evitar la consideración de esa circunstancia, que supone el principio de la historia y posiblemente contiene su final.



La Cámara Penal dijo que no se cuenta con una explicación sobre lo ocurrido con Natalia.
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