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Rebelión inexpresable

Cuando uno lee en los medios que la Fundación Favaloro está al borde del cierre y que su director se inmoló para despertar la conciencia de quienes deben velar por la salud del pueblo sin conseguir el fin perseguido, la rebelión que se siente ante quienes tienen el poder de manejar los dineros del pueblo es imposible de describir. El gobierno anterior no tenía dinero para esta Fundación y si lo tuvo para Emir Yoma que pidió préstamos al Banco Horizonte por 50 millones a tres meses antes de la quiebra del Banco y otros 50 millones al Banco de Intercambio Departamental y ¡oh casualidad! también tres meses antes de la quiebra de esta institución. Esto fue, por supuesto sin los debidos avales, lo cual le valió al entonces director del Banco Central ser nombrado ministro de Economía, sin importarle a nadie que les contestaba a los ahorristas de estos bancos suicidios y remates de sus bienes. El gobierno actual no sólo no pone entre rejas a estos personajes usurpadores de bienes ajenos, sino que le paga a Emir Yoma 15 millones de pesos (que no tiene para la Fundación). Los políticos de turno que nos gobiernan nos toman a todo el pueblo por imbéciles. ¿Hasta cuándo tendremos que seguir soportando a todos estos "personajes"?
Norma Ana González