A cuarenta años de aquella primera píldora que inició una revolución en el terreno de la sexualidad, las mujeres reencienden sus reclamos, y a ellas se suma, esta vez, una porción de hombres.
"Hasta hoy la salud sexual ha sido un problema de mujeres pero habría que comenzar a pensarla desde un concepto de equidad. Entonces nos preguntamos: ¿cuándo serán ellos quienes tengan su anticonceptivo hormonal?", afirma la franco-colombiana Florence Thomas, de la Universidad Nacional de Colombia, durante el seminario de capacitación para medios de comunicación de América latina que por segundo año consecutivo organizó el Celsam (Centro Latinoamericano Salud y Mujer) en Buenos Aires.
Por su parte, Egon Diczfalusy, asesor de la OMS (Organización Mundial de la Salud), miembro de FIGO (Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia) y precursor en el campo de la anticoncepción, responde que la píldora masculina está avanzando, tal como lo demuestra una combinación de andrógenos y progestágenos que se encuentra en fase II de investigación en Europa y Estados Unidos, a través de un programa de la Fundación Rockefeller y el laboratorio Schering.
Aunque Diczfalusy se declara optimista, admite que faltan diez años para obtener una versión definitiva del producto. "El proceso científico es lento porque la espermatogénesis es muy complicada", asegura.
En ocasión de cumplirse el 40º aniversario de la píldora anticonceptiva, uno de los principales temas del encuentro fue el abordaje de lo que significó la irrupción de esta, no sólo desde la perspectiva médica sino desde lo social.
Celsam es una asociación civil cuyo objetivo es contribuir a mejorar la salud de la mujer a través de información, educación e investigación, con actividad y presencia en la mayoría de los países latinoamericanos.
Millones de espermatozoides
¿Los hombres quieren la píldora?
¿Los hombres quieren la píldora?
Mientras el control de la ovulación está focalizado en un único óvulo mensual, el esfuerzo anticonceptivo masculino debe multiplicarse por los millones de espermatozoides que se concentran en cada eyaculación, explica Santiago Córdova-Egüez, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Medicina Reproductiva y jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Metropolitano de Quito.\"Hasta ahora no encontramos el mecanismo para frenar a esa enorme cantidad de espermatozoides mediante un fármaco reversible y sin efectos secundarios, ya que las primeras versiones que se crearon provocaban impotencia, pérdida de la libido y disminución de masa muscular".\La nueva generación de drogas se propone inhibir la espermatogénesis, actuando sobre el epidídimo, que es la estructura donde los gametos alcanzan su última fase de maduración.\A pesar de que las investigaciones están avanzadas, Córdova-Egüez explica que al día de hoy no ha sido posible unificar en una misma píldora un efecto anticonceptivo reversible y similar para todos los usuarios. Además, tratándose de hormonas, uno de los cuidados a extremar es el efecto a largo plazo a nivel del sistema nervioso central. Y sobre este aspecto todavía no se tienen datos suficientes ni definitivos.\